Aromaterapeutas:
¿Cómo
elegir un Aceite apropiado,
aunque
hayamos aprendido la teoría?
Que la Aromaterapia afecta a
nuestras emociones es algo bien conocido desde la antigüedad, pero la manera
neuropsicológica en que lo realiza, sólo las investigaciones actuales han
podido demostrarla.
Este es un paso muy importante
dentro de las Terapias alternativas en donde se manejan teorías basadas en la
experiencia ancestral, puesto que para ser reconocidas por la sociedad actual,
es necesario demostrarlas a través de métodos científicos. Y las
investigaciones dentro del campo de las Neurociencias, le han brindado a la
Aromaterapia el basamento científico que la sociedad actual exige.
Para esquematizarlo de una
manera muy simple los olores son percibidos por nuestro cuerpo de la siguiente
manera: en las fosas nasales se encuentra la mucosa olfatoria encargada de
recibir el "mensaje odorífico" (el olor o aroma), el cual será
transportado por las fibras del nervio olfatorio hacia el bulbo olfatorio.
Desde este Bulbo olfatorio el mensaje se transmite por dos caminos diferentes.
Uno se dirigirá hacia el Hipotálamo (quien controla las respuestas vegetativas)
y hacia el epitálamo (quien controla las respuestas somáticas); y el otro
llevará el mensaje hacia el Hipocampo y la Amígdala.
Ahora bien... una vez que el mensaje llega a estas zonas, se comienza a formar parte de un circuito en donde participan complejas estructuras cerebrales.
Este circuito se denomina
Sistema Límbico y es el encargado de integrar el olfato, la memoria y las
emociones.
Algunas de las estructuras que
componen al sistema límbico son: el Hipocampo, la Amígdala , el Septum y el
Fornix; pero no nos detendremos a hablar de cada una de ellas puesto que
todavía queda mucho por descubrir sobre sus funciones.
Lo importante entonces a saber,
es que a partir de un aroma que percibimos casualmente, éste nos recuerda
inmediatamente una situación vivida en el pasado y hace surgir en nosotros la
emoción experimentada en ese momento. Y todo esto es posible gracias a que
existe en nuestro cerebro un sistema integrador del olfato, la memoria y las
emociones.
Pero no siempre las emociones
que surgen son deseadas o placenteras, a veces el aroma puede activar recuerdos
tristes de situaciones amargas del pasado. Encontramos en la película romántica
"Alguien como tú": la protagonista es abandonada por su pareja de la
cual se encuentra locamente enamorada, por eso y en un acto desesperado e
inocente, acude al médico para solicitar que le extirpen la Amígdala
(estructura que forma parte del Sistema Límbico), puesto que al sólo oler
casualmente el aroma de vainilla, revive con dolor todos los momentos
compartidos con él.
Por ello es tan importante al
momento de indicar un tratamiento aromaterapéutico el conocer aquellos aromas
que le resultan desagradables a la persona que recibirá la terapia. Muchas
veces esos aromas que activan recuerdos dolorosos o estresantes suelen ya estar
identificados. Nuestro paciente puede decir: "no me gusta el olor a
Patchouli porque es muy fuerte, "la Lavanda me recuerda a los
hospitales", "la Naranja me pone nerviosa", o simplemente
"odio la Menta, ¡no sé por qué!". No siempre existirá una razón
lógica por la cual a la persona le desagrade cierto aroma, justamente porque
tendrá que ver con situaciones del pasado que no desea recordar.
Pero al terapeuta le debe
bastar con que el paciente exprese su desagrado, para borrar ese aroma de su
lista a la hora de seleccionar los aceites a ser utilizados en ese caso en
particular.
Otra razón por la cual el
terapeuta debe conocer los aromas desagradables para el paciente, es que la
conexión existente entre el olfato, la memoria y las emociones pueden producir
el efecto contrario al que estamos buscando. Por ejemplo, le recetamos a Clara
tomar baños de tina con aceite de Manzanilla para relajarse, sin conocer que la
Manzanilla le recuerda una situación muy traumática vivida en su infancia, al
perderse a los cinco años en el campo de sus tíos, caminando varias horas sin
rumbo, y con un profundo miedo de no poder retornar jamás. ¿Producirá entonces
la Manzanilla el efecto que buscamos?, ¿el efecto que todos los libros y cursos
de Aromaterapia nos enseñan que tendrá?, pues en la mayoría de las personas sí,
pero en este caso en particular no.
Es por ello que siempre
remarcamos la importancia de tomar en cuenta cada caso, y no aplicar fórmulas
estereotipadas sin conocer en profundidad a la persona que intentamos ayudar.
El diálogo entre paciente y terapeuta es un punto fundamental para la
efectividad de todo tratamiento aromaterapéutico.
Artículo publicado por la Revista El Umbral, marzo 2018
Elsa B. Mirol Colella
CTS-Centro de Terapias para la Salud
(054-011) 4702-7734 / 15-5731-6361
______________________________________________________________
Si te interesa capacitarte en Aromaterapia Profesional, o adquirir aceites esenciales puros y naturales, comunicate a los datos de contacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario