LUNA EN CAPRICORNIO
(Un post para colaborar con el momento actual argentino)
Como
muchos saben, Argentina tiene Luna en Capricornio, es decir, en la carta natal
de un país, la Luna simboliza a la población.
Para
conocer en parte las características de esta Luna, nos remitimos a la
interpretación para los casos individuales, lo cual una evaluación mundana o
astrosociológica, siempre va a incluir, y le sumamos lo relativo a esa otra
visión.
Por
empezar, la Luna representa, en lo individual, “el tipo de relación que cada
uno tuvo con su propia madre”.
Profundizando más, sería “lo que el bebé humano, totalmente dependiente
de la madre, proyecta en la madre, pero que le pertenece”. Para ampliar: el bebé nace y en ese momento queda una
impronta en su persona de las energías planetarias que se encontraban en el
cielo en ese momento, establecidas de acuerdo a las posiciones de los distintos
planetas.
Dentro
de esa impronta, se encuentra la Luna que simboliza lo materno, lo que da
seguridad, lo que cobija. La posición de
la Luna en el cielo en ese momento, va a moldear todo lo relacionado con lo
materno en esa persona, le aportará su “color”, su forma. Sin embargo, esa energía le pertenece al bebé
y futuro adulto. Mientras es bebé, niño, adolescente y joven, proyectará esas
cualidades en la madre, verá a su madre a través de las cualidades que tiene
esa Luna (que estará en algún Signo y Casa).
Se supone que, a través de la maduración, la persona tiene que
apropiarse de esas características que hay proyectado en la madre, y hacerse
cargo de las mismas, tanto de lo positivo como de lo negativo. Y se considera
que alrededor de los 28 años, con el primer retorno de Saturno de la Carta
Natal, la persona para madurar, necesitará hacer ese proceso.
En
relación a la Luna en Capricornio…
¿Cuál
es el “la característica más sobresaliente de esta Luna? “la efectividad”, es
decir, la capacidad de llegar a la meta, de lograr cosas, culminaciones y esto
implica hacerse cargo, saber cómo lograrlo.
Teniendo
estos talentos a disposición, de manera natural, la energía lunar hará que se
genere a su alrededor a través de su familia y en especial de su madre, una
actitud en él, de “autosuficiencia”. Por
ejemplo, es posible que la madre, de manera natural y espontánea (las energías
funcionan de esta manera, más allá de la voluntad), deje solo al hijo para que
resuelva solo las cosas, y a su vez el niño no demanda ayuda, siente que “si
hace las cosas solo, si se arregla solo, la madre lo va a valorar y querer y de
esa manera se siente PROTEGIDO”
También
suele hacerse cargo de otros y trasladando esto a la adultez, se suele ver algún
profesional o compañero de trabajo que se hace responsable por pares o por sus
empleados, etc. Y esto puede llegar a
hacer que renuncien incluso a sus propias ambiciones, dándole lugar a los demás.
También sucede lo mismo con los vínculos más cercanos. ¿Por qué esto? PORQUE
LES APORTA SEGURIDAD.
¿Cómo
es la madre de alguien con Luna en Capricornio? En general una madre más bien fría,
poco demostrativa, que da importancia a cumplir con las obligaciones, los
deberes, más que la demostración de cariño.
El
niño será muy cumplidor, muy adaptado a las normas que impone la sociedad, toda
autoridad, su familia, en especial el padre.
Será muy responsable, respetuoso de las autoridades. No llorará fácil, aguantara mucho, aunque
estas actitudes se cobraran algún precio en algún momento.
Entonces
el vínculo no incluye tantas demostraciones de cariño y sostén afectivo, sino
que se construye sobre el hecho de no pedir ayuda, de ser autosuficiente, de
valerse por sí mismo, y que también incluye una buena cuota de orgullo.
Pero
sucede algo que para otros puede resultar incomprensible; ésa es la manera que tendrá
el niño de demandar afecto.
¿Cuál
sería la creencia que subyace a estas actitudes? “Si soy cumplidor, si me las
arreglo solo, me hago cargo de mí, si no pido nada para mí, tampoco ayuda, y así
cumplo con lo que se espera de mí, me van a querer y me voy a sentir seguro, a
salvo”
Esta
manera de comportamiento resulta contradictoria porque debajo de un caparazón rígido,
por un lado, duro, independiente, existe una energía sensible que no suele
quedar expuesto. Y por otra parte van a motivar a esta persona lo que tenga que
ver con lograr algo por sí mismo, sobre todo en lo laboral/profesional.
Lo
que más les cuesta es “compartir” y “delegar” en otros. Así llegan a
sobresaturarse de trabajo, agotarse, estresarse, en una palabra “AGUANTAN”. Como consecuencia… soledad, privarse de
satisfacciones, el compartir. Surge el individualismo, el “sálvese quien logre más”,
el cumplir a rajatabla con lo que le ordenen, el temer a la autoridad, la
satisfacción por cumplir con órdenes, y todo esto incluso a expensas del propio
sacrificio, a nivel físico, mental y emocional.
“Primero se cumple, se aguanta, se tolera, se reprime, se hace esfuerzo,
porque eso da la seguridad de la supervivencia”
Como
consecuencia de lo anterior, otro aspecto bajo derivado es el miedo. En
especial el miedo a situaciones concretas. Miedo a no sobrevivir en primer
lugar, si no se cumple con la orden, miedo a la carencia porque Capricornio es
una energía muy vinculada a lo material y la necesidad de contar con ello. Miedo a ser rechazado por la sociedad, dado
que Capricornio también considera importante el status, la jerarquía social.
Otros miedos… a perder el trabajo, el
beneficio, una certificación, un lugar en la sociedad, el ser discriminado
(atención con esto y la actual supuesta pandemia), el no lograr objetivos. Los
miedos de tipo fóbico son típicos de este Signo y por lo tanto impregnan al
planeta que lo transite, en este caso la Luna. Tal vez como la reserva y la discreción
son habituales para Capricornio, una fobia no sea tan visible, pero las tienen
y en algún momento las expresan de alguna manera. Llamamos “fobia” a un miedo específico, miedo
concreto, a algo puntual. Diferentes son los miedos difusos, el pánico o el
miedo a las propias emociones. En el
caso de Capricornio predominan los miedos fóbicos, y en particular a elementos
visibles, porque al ser un Signo social Capricornio, lo visible se vuelve también
“social”.
¿Y
cuáles son los “talentos”, la forma alta de esta Luna?
Cuando
una cualidad se “eleva”, a través de la toma de consciencia y el trabajo sobre
esa energía propia, ya no es un refugio, sino una posibilidad.
Entonces
la responsabilidad, el hacerse cargo, el sostener, el arreglárselas solos ya no
son respuestas emocionales sino verdaderos talentos. No buscan una “seguridad
básica, instintiva, primitiva”, sino que se transforman en elecciones fruto de
un proceso de maduración.
Es
muy probable que con Luna en Capricornio exista gran capacidad para vivir en
soledad, pero esto no relacionado con el aislamiento, sino con poder estar con
uno mismo, sin depender de otros. Ya no es necesario “hacer ver que se cumple
para que nos aporten seguridad”, sino hacer uso de la capacidad de poder ser
independiente y estar solo como una elección, lo cual supone que no se está
dependiendo, que la seguridad la establece la persona por sí misma. No hace las
cosas para cumplir con alguien, sino para cumplir consigo misma.
Otra
característica alta sería la transformación de la melancolía y el dolor de la
forma baja en realismo y capacidad de plasmar creativamente en función de esa
realidad. Esto de construir de acuerdo a
necesidades reales, que van a incluir a los demás, y van a incluir también flexibilidad
de acuerdo a los tiempos.
Pierde
el miedo a frustrarse, a pedir, a exponerse a los afectos. Se anima a ser quien es, y no a cumplir con
normas impuestas desde afuera, aprovecha las cualidades de responsabilidad,
realismo, practicidad, capacidad de esfuerzo, tanto para sí mismo como
entendiendo el valor de todo esto a nivel social, integrando a los demás también,
permitiendo dejar ver su necesidad de cariño, sus sentimientos, y entendiendo que
esto no va a neutralizar sus capacidades prácticas.
Comprende
que justamente, por esa característica de tolerar más que otros la soledad, la
capacidad de trabajo, la concentración en el logro de objetivos, la
perseverancia, etc. no es dependiente emocional, puede sostener situaciones que
serían muy difíciles para otras personas.
Pero tampoco es la situación baja donde el corazón se endurece para
lograr seguridad y supervivencia. En el
nivel alto se incluyen ganas de compartir y exponer sensibilidad y al mismo
tiempo, suficiente capacidad de independencia natural, dada.
Entonces,
y considerando que Argentina tiene Luna en Capricornio, precisamente, es decir,
que la población en general está teñida de esta energía, una de las cualidades
a trabajar es el considerar que la capacidad de autosuficiencia y esfuerzo
tendrán que incluir necesariamente, la cuota de afecto hacia sí misma, el
autocuidado en función de la realidad, y también el cuidado de los demás, dado
que la Luna representa lo maternal y Capricornio está vinculado como Signo, a
lo paterno. Lo que necesita esta Luna es
trabajar los aspectos sensibles hacia sí mismo y hacia los demás, porque la
capacidad de poner límites es dada por su propia naturaleza.
La
capacidad de hacer esfuerzo y “aguantar”, debe practicarse, no desde la
necesidad de cumplir con una orden, sino ejerciendo el criterio independiente
capricorniano, que no va a cumplir con algo para “sobrevivir”, sino si esta
orden tiene sentido de realidad, si es práctica, si logra separarla de la idea
de supervivencia a la manera de un bebé, o un ser dependiente.
Luna
en Capricornio alta es capacidad de tolerar la soledad por tendencia a la
reserva, pero comprendiendo que es una cualidad propia, y no algo
impuesto.
Ante
la imposición externa, obligada, sería inteligente comprender que el exterior
está reflejando en un espejo gigante, la forma baja de esta Luna, de tal manera
que se puede apreciar a través de ordenanzas, rigor, imposiciones,
restricciones, represiones, castigos, penas, multas, etc., esa misma energía.
La
superación del miedo de esta Luna a perder su seguridad y no sobrevivir, de no
cumplir con lo que se le ordena, tendría que ser reemplazado por una autonomía en
función de los social, es decir, por independencia en el criterio propio que
considere también la situación social, colectiva y su necesidad de bienestar en
el nivel de lo físico, corporal, concreto, en su estructura.
Recordemos
que el símbolo de Capricornio es una cabra con cola de pez. Es decir, la cabra
que trepa a lo más alto de la montaña del logro individual a través del trabajo
con la materia, a la vez que hunde su parte posterior transformada en pez, en
el océano del mundo espiritual, la sensibilidad emocional y la consciencia
colectiva.
En
las formas bajas, vemos solo una cabra en la montaña, es decir, el mundo
material. En las formas altas, somos capaces de incluir lo que la misma figura dificulta;
una cabra con cola de pez. Esa
dificultad es la que siente Capricornio en estado bajo, porque se disocia de su
sensibilidad colectiva, y solo se identifica con el logro individual.
Esto
también se puede aplicar a la Luna en Capricornio, dado que la sensibilidad y
emocionalidad lunar “toma el color” que le aporta Capricornio, y de acuerdo al
grado de desarrollo y evolución, manifestará sus formas altas o bajas.
Elsa
B. Mirol Colella
Consultoría
Psicológica, Astrológica y Floral
CTS-CENTRO
DE TERAPIAS PARA LA SALUD
Wsp
54 9 11) 57316361
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