miércoles, 29 de abril de 2020

LUNA EN CAPRICORNIO


LUNA EN CAPRICORNIO 
(Un post para colaborar con el momento actual argentino)




Como muchos saben, Argentina tiene Luna en Capricornio, es decir, en la carta natal de un país, la Luna simboliza a la población.

Para conocer en parte las características de esta Luna, nos remitimos a la interpretación para los casos individuales, lo cual una evaluación mundana o astrosociológica, siempre va a incluir, y le sumamos lo relativo a esa otra visión.

Por empezar, la Luna representa, en lo individual, “el tipo de relación que cada uno tuvo con su propia madre”.  Profundizando más, sería “lo que el bebé humano, totalmente dependiente de la madre, proyecta en la madre, pero que le pertenece”. Para ampliar:  el bebé nace y en ese momento queda una impronta en su persona de las energías planetarias que se encontraban en el cielo en ese momento, establecidas de acuerdo a las posiciones de los distintos planetas.

Dentro de esa impronta, se encuentra la Luna que simboliza lo materno, lo que da seguridad, lo que cobija.  La posición de la Luna en el cielo en ese momento, va a moldear todo lo relacionado con lo materno en esa persona, le aportará su “color”, su forma.  Sin embargo, esa energía le pertenece al bebé y futuro adulto. Mientras es bebé, niño, adolescente y joven, proyectará esas cualidades en la madre, verá a su madre a través de las cualidades que tiene esa Luna (que estará en algún Signo y Casa).  Se supone que, a través de la maduración, la persona tiene que apropiarse de esas características que hay proyectado en la madre, y hacerse cargo de las mismas, tanto de lo positivo como de lo negativo. Y se considera que alrededor de los 28 años, con el primer retorno de Saturno de la Carta Natal, la persona para madurar, necesitará hacer ese proceso.

En relación a la Luna en Capricornio…

¿Cuál es el “la característica más sobresaliente de esta Luna? “la efectividad”, es decir, la capacidad de llegar a la meta, de lograr cosas, culminaciones y esto implica hacerse cargo, saber cómo lograrlo.

Teniendo estos talentos a disposición, de manera natural, la energía lunar hará que se genere a su alrededor a través de su familia y en especial de su madre, una actitud en él, de “autosuficiencia”.  Por ejemplo, es posible que la madre, de manera natural y espontánea (las energías funcionan de esta manera, más allá de la voluntad), deje solo al hijo para que resuelva solo las cosas, y a su vez el niño no demanda ayuda, siente que “si hace las cosas solo, si se arregla solo, la madre lo va a valorar y querer y de esa manera se siente PROTEGIDO”

También suele hacerse cargo de otros y trasladando esto a la adultez, se suele ver algún profesional o compañero de trabajo que se hace responsable por pares o por sus empleados, etc.  Y esto puede llegar a hacer que renuncien incluso a sus propias ambiciones, dándole lugar a los demás. También sucede lo mismo con los vínculos más cercanos. ¿Por qué esto? PORQUE LES APORTA SEGURIDAD.

¿Cómo es la madre de alguien con Luna en Capricornio? En general una madre más bien fría, poco demostrativa, que da importancia a cumplir con las obligaciones, los deberes, más que la demostración de cariño.

El niño será muy cumplidor, muy adaptado a las normas que impone la sociedad, toda autoridad, su familia, en especial el padre.  Será muy responsable, respetuoso de las autoridades.  No llorará fácil, aguantara mucho, aunque estas actitudes se cobraran algún precio en algún momento.

Entonces el vínculo no incluye tantas demostraciones de cariño y sostén afectivo, sino que se construye sobre el hecho de no pedir ayuda, de ser autosuficiente, de valerse por sí mismo, y que también incluye una buena cuota de orgullo.

Pero sucede algo que para otros puede resultar incomprensible; ésa es la manera que tendrá el niño de demandar afecto.

¿Cuál sería la creencia que subyace a estas actitudes? “Si soy cumplidor, si me las arreglo solo, me hago cargo de mí, si no pido nada para mí, tampoco ayuda, y así cumplo con lo que se espera de mí, me van a querer y me voy a sentir seguro, a salvo”

Esta manera de comportamiento resulta contradictoria porque debajo de un caparazón rígido, por un lado, duro, independiente, existe una energía sensible que no suele quedar expuesto. Y por otra parte van a motivar a esta persona lo que tenga que ver con lograr algo por sí mismo, sobre todo en lo laboral/profesional.

Lo que más les cuesta es “compartir” y “delegar” en otros. Así llegan a sobresaturarse de trabajo, agotarse, estresarse, en una palabra “AGUANTAN”.  Como consecuencia… soledad, privarse de satisfacciones, el compartir. Surge el individualismo, el “sálvese quien logre más”, el cumplir a rajatabla con lo que le ordenen, el temer a la autoridad, la satisfacción por cumplir con órdenes, y todo esto incluso a expensas del propio sacrificio, a nivel físico, mental y emocional.  “Primero se cumple, se aguanta, se tolera, se reprime, se hace esfuerzo, porque eso da la seguridad de la supervivencia”

Como consecuencia de lo anterior, otro aspecto bajo derivado es el miedo. En especial el miedo a situaciones concretas. Miedo a no sobrevivir en primer lugar, si no se cumple con la orden, miedo a la carencia porque Capricornio es una energía muy vinculada a lo material y la necesidad de contar con ello.  Miedo a ser rechazado por la sociedad, dado que Capricornio también considera importante el status, la jerarquía social. Otros miedos…  a perder el trabajo, el beneficio, una certificación, un lugar en la sociedad, el ser discriminado (atención con esto y la actual supuesta pandemia), el no lograr objetivos. Los miedos de tipo fóbico son típicos de este Signo y por lo tanto impregnan al planeta que lo transite, en este caso la Luna. Tal vez como la reserva y la discreción son habituales para Capricornio, una fobia no sea tan visible, pero las tienen y en algún momento las expresan de alguna manera.  Llamamos “fobia” a un miedo específico, miedo concreto, a algo puntual. Diferentes son los miedos difusos, el pánico o el miedo a las propias emociones.  En el caso de Capricornio predominan los miedos fóbicos, y en particular a elementos visibles, porque al ser un Signo social Capricornio, lo visible se vuelve también “social”.

¿Y cuáles son los “talentos”, la forma alta de esta Luna?

Cuando una cualidad se “eleva”, a través de la toma de consciencia y el trabajo sobre esa energía propia, ya no es un refugio, sino una posibilidad.

Entonces la responsabilidad, el hacerse cargo, el sostener, el arreglárselas solos ya no son respuestas emocionales sino verdaderos talentos. No buscan una “seguridad básica, instintiva, primitiva”, sino que se transforman en elecciones fruto de un proceso de maduración.

Es muy probable que con Luna en Capricornio exista gran capacidad para vivir en soledad, pero esto no relacionado con el aislamiento, sino con poder estar con uno mismo, sin depender de otros. Ya no es necesario “hacer ver que se cumple para que nos aporten seguridad”, sino hacer uso de la capacidad de poder ser independiente y estar solo como una elección, lo cual supone que no se está dependiendo, que la seguridad la establece la persona por sí misma. No hace las cosas para cumplir con alguien, sino para cumplir consigo misma.

Otra característica alta sería la transformación de la melancolía y el dolor de la forma baja en realismo y capacidad de plasmar creativamente en función de esa realidad.  Esto de construir de acuerdo a necesidades reales, que van a incluir a los demás, y van a incluir también flexibilidad de acuerdo a los tiempos.

Pierde el miedo a frustrarse, a pedir, a exponerse a los afectos.  Se anima a ser quien es, y no a cumplir con normas impuestas desde afuera, aprovecha las cualidades de responsabilidad, realismo, practicidad, capacidad de esfuerzo, tanto para sí mismo como entendiendo el valor de todo esto a nivel social, integrando a los demás también, permitiendo dejar ver su necesidad de cariño, sus sentimientos, y entendiendo que esto no va a neutralizar sus capacidades prácticas.

Comprende que justamente, por esa característica de tolerar más que otros la soledad, la capacidad de trabajo, la concentración en el logro de objetivos, la perseverancia, etc. no es dependiente emocional, puede sostener situaciones que serían muy difíciles para otras personas.  Pero tampoco es la situación baja donde el corazón se endurece para lograr seguridad y supervivencia.  En el nivel alto se incluyen ganas de compartir y exponer sensibilidad y al mismo tiempo, suficiente capacidad de independencia natural, dada.

Entonces, y considerando que Argentina tiene Luna en Capricornio, precisamente, es decir, que la población en general está teñida de esta energía, una de las cualidades a trabajar es el considerar que la capacidad de autosuficiencia y esfuerzo tendrán que incluir necesariamente, la cuota de afecto hacia sí misma, el autocuidado en función de la realidad, y también el cuidado de los demás, dado que la Luna representa lo maternal y Capricornio está vinculado como Signo, a lo paterno.  Lo que necesita esta Luna es trabajar los aspectos sensibles hacia sí mismo y hacia los demás, porque la capacidad de poner límites es dada por su propia naturaleza.

La capacidad de hacer esfuerzo y “aguantar”, debe practicarse, no desde la necesidad de cumplir con una orden, sino ejerciendo el criterio independiente capricorniano, que no va a cumplir con algo para “sobrevivir”, sino si esta orden tiene sentido de realidad, si es práctica, si logra separarla de la idea de supervivencia a la manera de un bebé, o un ser dependiente.

Luna en Capricornio alta es capacidad de tolerar la soledad por tendencia a la reserva, pero comprendiendo que es una cualidad propia, y no algo impuesto. 

Ante la imposición externa, obligada, sería inteligente comprender que el exterior está reflejando en un espejo gigante, la forma baja de esta Luna, de tal manera que se puede apreciar a través de ordenanzas, rigor, imposiciones, restricciones, represiones, castigos, penas, multas, etc., esa misma energía.

La superación del miedo de esta Luna a perder su seguridad y no sobrevivir, de no cumplir con lo que se le ordena, tendría que ser reemplazado por una autonomía en función de los social, es decir, por independencia en el criterio propio que considere también la situación social, colectiva y su necesidad de bienestar en el nivel de lo físico, corporal, concreto, en su estructura.

Recordemos que el símbolo de Capricornio es una cabra con cola de pez. Es decir, la cabra que trepa a lo más alto de la montaña del logro individual a través del trabajo con la materia, a la vez que hunde su parte posterior transformada en pez, en el océano del mundo espiritual, la sensibilidad emocional y la consciencia colectiva.

En las formas bajas, vemos solo una cabra en la montaña, es decir, el mundo material. En las formas altas, somos capaces de incluir lo que la misma figura dificulta; una cabra con cola de pez.  Esa dificultad es la que siente Capricornio en estado bajo, porque se disocia de su sensibilidad colectiva, y solo se identifica con el logro individual.

Esto también se puede aplicar a la Luna en Capricornio, dado que la sensibilidad y emocionalidad lunar “toma el color” que le aporta Capricornio, y de acuerdo al grado de desarrollo y evolución, manifestará sus formas altas o bajas.


Elsa B. Mirol Colella

Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
CTS-CENTRO DE TERAPIAS PARA LA SALUD
Wsp 54 9 11) 57316361


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