domingo, 21 de junio de 2015

DIA DEL PADRE Y TORMENTAS DEL PADRE SOL

DIA DE PADRE Y TORMENTAS DEL PADRE SOL




¡¡¡ Muy Feliz Día a todos los padres !!!
 

Y hablando del Padre...  parece que nuestro Padre Sol está celebrando... con tormentas solares y en este caso alcanzando la Tierra, por lo tanto con tormentas geomagnéticas.

Si no se sienten bien, si sienten algo asi como algo difícil de definir, que puede tomar varias formas, como por ej.  inquietud, irritabilidad, mareos, inestabilidad, problemas digestivos, no dormir bien ó dormir mucho, dolor de cabeza, altibajos de presión... tener en cuenta que las tormentas solares que alcanzan la Tierra, generan estas cosas.  No digo que sea la única causa, pero hay que tener en cuenta esto.

Para quienes no están al tanto, el Sol se ha activado en los últimos años, generando tormentas de manera muy seguida. ¿Qué son las "tormentas" (hablando del nivel físico)? Son eyecciones de la "sustancia" del Sol, o sea, de la masa coronal del Sol, que es una estrella en permanente ignición, a millones de grados, por eso genera tanta luz y calor.

Se van produciendo "zonas" llamadas "manchas solares", por donde sucede este "lanzamiento al espacio" de sustancia del Sol. Como el Sol gira (rotación), esas manchas van variando su ubicación respecto a la Tierra.

Si la mancha se encuentra de frente a la Tierra, es más que probable que esa sustancia solar llegue a través del "viento solar", y entonces se produce una "tormenta geomagnética", es decir que altera el magnetismo terrestre, produciendo síntomas en todos los seres vivos.

Si la mancha solar no está enfocada hacia la Tierra, quizás el viento solar no se dirige hacia nosotros, entonces hay tormenta solar sin tormenta geomagnética.
También hay otro elemento... la intensidad de la tormenta solar, clasificadas en C (leve), M (moderada) y X (fuerte).  Y esto también tiene que ver con sus efectos, combinado con la ubicación de la mancha.

Qué hacer?

En primer lugar saberlo, consultar las páginas que informan sobre la presencia de una tormenta solar, a diario, así como consultamos el pronóstico de clima. Y por otra parte esos días tomar más agua, tratar de descansar todo lo que se pueda y meditar más tiempo, ó relajarse.

En el nivel emocional y espiritual, las tormentas solares son la activación del envío de información sobre nosotros mismos que se nos hace llegar, como parte del proceso del "Despertar" al que estamos llamados en estos Tiempos.

Los fotones, que son las partículas más cercanas al mundo de la no materia, son enviados hacia nosotros de manera masiva. A nivel físico el fotón expulsa de cada átomo un electrón, con lo cual podemos deducir que sí se van sentir los efectos. 

Pero a la vez, el fotón es luz, y como dice el Kybaldión "como es arriba es abajo", significa que también se nos está enviando Luz para que podamos "ver" dentro de nosotros mismos, limpiar emociones, hacerlas fluir, entregarlas al Poder Superior y de esta manera sintonizar en una nueva frecuencia de vibración, más elevada.

Cada tormenta solar y en especial cuando es geomagnética, nos empuja a evolucionar, siempre y cuando estemos dispuestos, porque el libre albedrío sigue existiendo, aunque las leyes universales también.


Uno de los recursos que podemos utilizar son las esencias florales, en especial algunas de algunos Sistemas que ofrecen alta protección, como por ejemplo la Special Yarrow Formula,del Sistema California.

Pero  también hay otras posibilidades, que con gusto comentaré a quien esté interesado en conocer.



https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=766259040138451&id=374858309278528

Prof. Elsa B. Mirol Colella
Directora
CTS - CENTRO DE TERAPIAS PARA LA SALUD
Tel: (54-11) 4702-7734 / 15-5731-6361
info@center-salud.com.ar
www.center-salud.com.ar

sábado, 20 de junio de 2015

RITUAL PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO


¡¡¡ MUY FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO PARA TODOS !!!




Desde siempre el ser humano ha necesitado de los ritos. Porque nos unen a los ciclos naturales, porque nos ayudan a conectar con ellos y a transitarlos.

Es una manera muy importante de estar junto al Universo, de acompañar a la Madre Tierra en espíritu, mente y emociones.

Les regalo este ritual del Solsticio de Invierno, aquí en el Hemisferio Sur. Es muy simple pero no menos efectivo. Sentirán que algo ya no es igual después de hacerlo, si es que lo hacen con la mayor consciencia y respeto.

Además estamos ante una configuración celeste muy especial.

La Luna, que simboliza lo inconsciente, lo materno, lo primario, lo que nos dá seguridad, vinculada a la diosa Diana…

Júpiter, simbolizando la abundancia, expansión, el optimismo, el saber, la filosofía profunda, el regalo, lo festivo, Dios Zeus de la antigüedad…

y Venus, cuya energía se vincula a lo Femenino, lo bello, lo armonioso y placentero, el disfrutar…

… se encuentran en Leo, signo regido por el Sol, que en sus aspectos elevados simboiza al rey, al líder, a lo que brilla por sí mismo, entregando su luz a todo lo que existe, y también vida y calor.


Van a necesitar:

•    1 recipiente de metal, que no sea de plástico ni madera y que se encuentre en desuso
•    Hojas secas
•    Papel
•    Birome
•    Incienso en granos
•    Esencias florales de Bach Walnut, Crab Apple, Honeysuckle, Star of Betlehem
•    Encendedor ó  birome
•    Un espacio al aire libre, balcón ó jardín donde se pueda apoyar el recipiente que elevará su temperatura. Es importante no hacer este ritual dentro de una vivienda, para prevenir accidentes. NO DEBE HABER NINGÚN ELEMENTO INFLAMABLE CERCA.  Retirar cualquier tipo de alcohol, sprays, insecticidas, pinturas, esmaltes, nafta, plásticos, etc.  DEJAR ESPACIO DE POR LO MENOS 1mt.ó algo más alrededor del recipiente libre de objetos.


En primer lugar recorten el papel en pequeños rectángulos donde escribirán lo que desean dejar atrás, por ejemplo miedos, inseguridad, angustia, carencia, hábitos no saludables, enfermedades, etc.  En cada uno de ellos escribirán una de estas cosas. Pueden participar los miembros de toda la familia, ó grupo de amigos. También puede ser un ritual individual.


Coloquen todas las hojas secas (es imprescindible que estén bien secas), en el recipiente de metal junto a los papelitos, el incienso en grano y 2 gts.de cada esencia floral y mezclen todo muy bien, con las manos, mientras van pensando en todo lo que quieren dejar atrás, con mucha consciencia.


Pueden colocar música meditativa ó que incluyan ritmos de la Tierra, ya que lo que estamos haciendo es devolver a la Tierra lo que ya no nos sirve, para que Ella lo transforme naturalmente, en el proceso invernal que comienza hoy. 


Precisamente el Invierno es el momento de la introspección, del descanso de la Tierra, para recuperar energías que luego se manifestarán en la Primavera y el Verano.  Es el momento en que todo se vuelve para adentro, la Tierra y también nosotros, quienes estamos en el Hemisferio Sur. Y es muy importante cumplir con lo que nos pide la Naturaleza, porque si lo obviamos, sentiremos que no estamos anclados en los ciclos naturales.

Buscar de hacer un hueco en la parte central, para iniciar el encendido del fuego, que luego irá quemando las hojas y papeles hacia los bordes del recipiente. Es importante que si hace frío ó hay viento, busquen un lugar apartado ó protegido. 


Así, mientras se va quemando todo, se puede cantar, acompañando con música, o sino decir, desde el corazón:


Madre Tierra en Solsticio de Invierno,  te entrego con amor lo que ya no necesito
Madre Tierra en Solsticio de Invierno,  te pido con respeto lo aceptes y transformes
Madre Tierra en Solsticio de Invierno, te doy las gracias infinitas y te pido me bendigas por siempre

Que sean Muy Bendecidos!!!


 



Prof. Elsa B. Mirol Colella
Directora
CTS - CENTRO DE TERAPIAS PARA LA SALUD
Tel: (54-11) 4702-7734 / 15-5731-6361
info@center-salud.com.ar
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jueves, 18 de junio de 2015

CONSTRUYENDO EL PUENTE DE PASAJE ENTRE DIMENSIONES - JUNIO 2015


Construyendo el puente de pasaje entre dimensiones
Junio 2015



 





A modo de comentario para los seguidores de mis Informes. Durante los últimos meses no he enviado los informes con la frecuencia acostumbrada. Luego de muchos años de intenso trabajo, era conveniente una licencia galáctica para poder calibrar mejor las nuevas y poderosas energías que estamos recibiendo desde las dimensiones más elevadas. Acorde con el ritmo de la vida misma, hay un tiempo de acción y un tiempo de reposo antes de la nueva tarea. Seguimos caminando, un poco más en silencio, dentro de las espirales evolutivas de este tiempo.

Sabemos que estamos inmersos en uno de los momentos más críticos de la humanidad. Mientras oscilamos en un puente colgante entre la vieja energía de 3° dimensión y la nueva energía multidimensional, el puente se inclina según tu visión, tus pensamientos y la vibración de tu conciencia.

Si pisas hacia atrás sientes confusión, desesperanza, caos, ya no puedes regresar a los lugares seguros que tenías en la vieja realidad. Las creencias se derrumbaron, las lealtades desaparecieron, la corrupción fue desarticulando toda pureza de vida.

Si avanzas hacia lo nuevo puede resultar incierto al principio hasta que aprendes a confiar en los nuevos paradigmas y el camino se ilumina a tu paso. Te abres a nuevas informaciones disponibles para todos, comienzas a transitar experiencias llenas de magia y creaciones luminosas. Cada uno de nosotros está definiendo el futuro de la humanidad con cada pensamiento y acción.

El planeta entero está cambiando su frecuencia vibratoria. Esto ya no es novedoso, sin embargo siento la necesidad de repetirlo para los que aún están viendo el mundo desde la tercera dimensión. Las dimensiones de frecuencias más elevadas se activan a diario pulsando energías desconocidas que desarticulan las estructuras y muchos no entienden qué es lo que sucede en su realidad.

Desde hace meses experimento en mi campo energético los vaivenes energéticos entre la tercera dimensión y las dimensiones superiores. Observo, medito, enfoco los diferentes mundos que me rodean, leo las noticias y veo el caos, la pérdida total de valores humanos, la violencia. Entro en meditación y me conecto en la paz de mi ser, comienzo a resonar en las corrientes de luz que bañan el planeta desde el centro galáctico, solamente desde allí puedo entender lo que estamos viviendo y colaborar en la evolución. Es una vivencia difícil de explicar con palabras. Es un estado de la conciencia, cuando accedes a él comprendes que es la Unidad, donde todos somos Uno, experimentas la compasión, el no juicio, el amor desapegado de emociones.

Cuando la mente cansada de cuestionar da paso a la serenidad del espíritu aparecen oleadas de comprensión divina. Retomamos las fuerzas, dejamos que el fuego del espíritu nos queme por dentro y sea un combustible eficaz para volver a elevar el pensamiento hacia los entramados de la nueva humanidad.

Nos encontramos en una estación de trasbordo, concluimos un viaje y estamos esperando un nuevo tren. Puede haber una sensación de desorden, no están las señales claras que indiquen en que plataforma llegará el nuevo tren. Recuerdo la película de Harry Potter, cuando fue a tomar el tren hacia Hogwarts, no sabía por dónde era y de pronto se abrió el camino en la plataforma 9 ¾. La intención clara es la que abre los caminos en medio de la nada. Las señales llegan en la medida en que avanzamos. 

Todo gira más rápido, nuestras actividades deben resolverse de una manera más práctica. Hacer menos cosas y con mayor eficiencia. Todo es más sutil y rápido, menos profundo pero más efectivo. Pocas palabras y enfocadas en acciones concretas. Soltar cosas pesadas, no podemos arrastrar lo que no quiere evolucionar. 

La ley del desdoblamiento del tiempo, nos ayuda a conectar con nuestra esencia y esos pesos se caen solos. El aceleramiento vibracional genera cambios biológicos en nuestro cuerpo, necesitamos espacio de tranquilidad y reposo para permitir que el cuerpo físico pueda adaptarse a la nueva energía. Mucha depuración orgánica, trabajo corporal y abrir los circuitos de energía para poder sostener más de las intensas energías de luz que recibimos. Todo sucede a velocidades increíbles. 

Todos somos parte del mismo mundo, del mismo plan cósmico. Cada uno realiza su propio proceso. ¿A favor o en contra del plan? No lo sabemos desde la conciencia humana de tercera dimensión. Estamos aprendiendo a no juzgar a otro ser humano. Porque si juzgamos no podemos salir del mundo de la dualidad, seguimos atrapados en el juego de la vieja energía de luchas.

¿Y los que juzgan, acusan, critican y destruyen? Están en la energía de la tercera dimensión en el viejo mundo, atrapados en un mundo de destrucción, quizá no saben cómo construir el nuevo mundo de paz. Ellos crean esa realidad y allí están. 

Hay diferentes tipos de personas que van trasmutando las situaciones actuales. Las personas con características más emocionales y sensibles, son los encargados de trasmutar el mundo emocional de la humanidad. Son los que se permiten sacar a la superficie las emociones reprimidas de sus ancestros, de la comunidad, resolver conflictos, liberar apegos y perdonar el pasado tan doloroso de esta humanidad.

Las personas más mentales intentan resolver con ideas coherentes lo que ven. Desde la mente racional es bastante difícil comprender el salto cuántico de la conciencia. Se necesita una mente intuitiva para resolver desde la perspectiva cuántica.

Las personas que necesitan hacer la experiencia en la materia andan de shopping, usando tarjetas de crédito, están dentro de una matrix, necesitan poseer para sentirse seguros, esa realidad también existe hoy, y muchos se alimentan de ella. 

Múltiples realidades, sin juicio, comprendiendo que no hay un único camino de evolución.

Los iluminados por el fuego del espíritu, son los que mantienen bien en alto las nuevas frecuencias de luz, que dan nacimiento a la nueva humanidad en las dimensiones superiores de este planeta.

Mi camino de crecimiento personal me llevó tiempo y muchas meditaciones poder experimentar la comprensión sin juicio. Por eso también puedo entender quienes aún se siguen alimentando en el mundo de las dualidades y los conflictos. 

Es un desgaste inútil de energías. Cuando estamos excesivamente estresados, nuestra perspectiva mental y emocional se distorsiona y vemos las situaciones con mayores limitaciones.

No busques la nueva tierra en los escenarios de caos, en las playas del confort. Busca la “nueva tierra” en la paz del corazón. La nueva tierra no es material, por ahora, es un estado de conciencia desde donde estamos plantando las semillas de luz de la quinta dimensión en la tercera dimensión.

Seguramente necesitas también nuestra afirmación de que estamos progresando a pasos agigantados en la nueva realidad de la luz y el amor verdadero.

Nuestros Hermanos Mayores nos asisten continuamente, sólo nos piden que confiemos. Una profunda alineación se está produciendo en todos nuestros cuerpos energéticos.

Ahora es sin esfuerzo,sólo con enfocar tu mente y corazón en el bien más preciado para ti en este momento. Estás haciendo grandes progresos sin darte cuenta.

Tus pensamientos creadores en coherencia están tejiendo el puente de pasaje, haciendo la diferencia AHORA.


Reflejando la Luz de tu Ser
Ana María Frallicciardi
www.aguilaazul.com.ar
 

miércoles, 10 de junio de 2015

AROMATERAPIA, ANTIGÜA Y VIGENTE


 AROMATERAPIA, ANTIGÜA Y VIGENTE



Desde el origen de la humanidad, nuestro olfato fue un sentido fundamental para garantizarnos nada menos que la supervivencia. Aprendimos a oler el peligro, la presencia de enemigos, animales que pudieran atacarnos, o simplemente a reconocer el aroma de lo desconocido. Salvada la vida de los riesgos inminentes, nuestra atención se dirigía a nuestra segunda actividad vital: conseguir alimentos.  Y el olfato, para los primeros recolectores de fruta, cazadores y, más tarde, agricultores, era el juez inequívoco entre aquellas especies consideradas “comestibles” y aquellas que no nos aportaban nutrición, o hasta eran nocivas para nuestro organismo.

La reproducción también tenía (y tiene) un fuerte componente olfativo.  En el sexo, como en todas las otras actividades que el hombre-animal desarrollaba, el aroma de la persona deseada era la fuente primordial de estimulación y atracción, sugiriéndonos incluso los momentos más propicios para la unión carnal.

Ya en forma intuitiva, aquellos que se adentraban en el terreno de la curación, encontraban hierbas poderosas que no solo por la ingestión, sino también por su aroma, modificaban los estados internos y externos de los que se sentían extraños.

La enfermedad física, para los primeros magos, brujos, médicos y sacerdotes (estas cuatro palabras se usaban indistintamente en las primera épocas del hombre), representaba posiblemente las huellas del ingreso de demonios ó espíritus malignos en el alma del enfermo, y quemar plantas aromáticas contribuía a los rituales de purificación necesarios para extirparlos.

Así, en una suerte de ensayo y error, nuestra ciencia primitiva llegó a reconocer numerosas plantas con propiedades antibióticas, antidepresivas, cicatrizantes, expectorantes, febrífugas, afrodisíacas, laxantes, sedantes, astringentes y muchas más. Estas plantas, que más adelanta serían consideradas por la ciencia bendiciones colocadas por Dios como mensajes de salud, acompañaron a innumerables personas en momentos de transición, momentos difíciles ó especiales en los que el cuerpo reaccionaba a los cambios de estado mental ó del alma.  De esta manera, se construyó una poderosa tradición folklórica que nos enseña aun hoy acerca del uso de las plantas para nuestro beneficio.

Mientras tanto, la evolución de la humanidad nos condujo al uso protagónico de otros sentidos.  Primero lo auditivo, por la importancia que el ser humano atribuyó al lenguaje, y luego lo visual, con el nacimiento de la escritura, pero intensificado notablemente en los últimos años en los que la comunicación se ha vuelto casi “icónica” (de “ícono”): televisión, computadoras, menos texto y más fotografía. Esto propició un adormecimiento de nuestros otros sentidos (gusto, tacto y olfato).

Esa sensibilidad que fuimos perdiendo, ha influído dramáticamente en nuestra forma de actuar, pensar, y en nuestro estado general de salud.

A nivel de curación, aprendimos a concentrarnos en meramente eliminar los síntomas físicos que suponíamos anormales, de modo de restaurar el correcto funcionamiento del cuerpo.  

De esta forma, nos hemos alejado más y más de la relación entre la expresión física del cuerpo y los pensamientos, emociones, y nuestra unidad con todas la naturaleza y el espíritu. Y así, lo que llamamos medicina se alejó para siempre de nuestra vida espiritual. El médico y el sacerdote son hoy dos personas distintas sin conexión evidente entre sus actividades, y nuestro recuerdo de las generaciones más cercanas hace parecer esto absolutamente normal y aceptable.

Asimismo resulta absolutamente normal y aceptable la curación de partes de nuestro cuerpo como si fueran piezas mecánicas, sin atender a lo que está sucediendo en otros niveles de nuestra consciencia.

Pero aceptar la curación en uno de estos niveles (físico, mental, emocional ó espiritual), sin considerar la evolución de los demás, es creer que tenemos un cuerpo que carece de alma.  En las primeras décadas del S XX, muchas voces comenzaron a alzarse (lo vimos en el texto “Introducción a las terapias naturales”: R.Steiner, E. Bach, C. Jung, etc), señalando esta paradoja, bajo una nueva perspectiva, de muchas de las posibilidades que habían sido descartadas, deshechadas u olvidadas por no encajar dentro de la realidad planteada de la curación mecanicista.

Con el ruido que hicieron esas voces, muchas mentes comenzaron a despertarse, a comprender que la salud no es la falta de enfermedades ó la simple remisiòn de las mismas, que la salud es bucear en las profundidades del alma para encontrar el origen de lo que nuestro cuerpo está mostrando con sus síntomas y señales, que la salud implica construir un puente entre nuestros pensamientos, sentidos, emociones, lenguaje y acciones.

La construcción de la salud es una tarea individual, no una pastilla ó un profesional que “lo va a curar”, sino la responsabilidad interior de recorrer nuestro propio camino. Es importante la consulta médica y otros profesionales de la salud, pero ahora desde un nuevo punto de vista.

El uso de los Aceites Esenciales debe encuadrarse en un concepto más amplio, en el que reflexionemos profundamente acerca de nuestro estilo de vida, nuestros hábitos de alimentación, ejercicios físicos y espirituales, el cuidado amoroso de nuestras relaciones, nuestros patrones de pensamiento y el uso de otras terapias naturales. Solo así podemos asegurar un estado de salud y crecimiento espiritual permanente, y los aromas pueden ser nuestros aliados fundamentales para recuperar la sensibilidad dormida.

El cuerpo mantiene un estado interno constante, donde la temperatura, el nivel de azúcar de la sangre, y otras variables son mantenidas dentro de límites angostos.  Este proceso se conoce como “homeostasis”.  Esta capacidad es fundamental para la vida, la expresión de una fuerza interna trabajando hacia la armonía y la integración. Si el cuerpo no mantuviera este estado de homeostasis no sobreviviríamos por mucho tiempo.

Este principio también se aplica a nuestro ambiente.  Nuestro medio (la tierra en su totalidad), se adapta a los cambios pero, como nos sucede a nosotros, solo puede hacerlo dentro de ciertos límites.  Pasados los mismos, corre el riesgo de morir.

Como seres humanos vivimos en contacto con dos ambientes, el externo (ecológico), y el interno (fisiológico).  Los aromas pueden verse como un puente entre lo interno y lo externo, incrementando así la salud mientras facilita la armonía y resonancia entre ambos.  Una vez que recuperamos el equilibrio, podemos irradiar nuestro más elevado estado de salud hacia el sistema exterior.

Si modificamos nuestra visión,  podemos comprender que somos parte integrante de la Tierra ( y del Universo en su totalidad), y no estamos separados de todas las cosas. 

Cuando nos curamos con la ayuda de la plantas, gemas, ó algún elemento natural, una parte de la ecología es sanada.   Curando nuestros cuerpos y mentes estaremos más presentes influyendo en nuestra realidad, siendo más completos.

Y tal vez este nuevo estado de salud nos permita el crecimiento de los niveles de consciencia hasta el punto de transformarmos en co-creadores conscientes con la naturaleza, y no en sus predadores.

Nuestro nivel de salud y plenitud puede afectar todo el ambiente.  Puede afectar nuestras relaciones, que afectan a la sociedad, y tiene la semilla con el potencial de curar a toda la humanidad.

Si consideramos el concepto de Gaia (la Tierra viva) y recordamos que constantemente opera para mantenerse en estado de homeostasis, podemos comprender cómo los aromas actúan como agentes homeostáticos, trayendo una integraci´ñon entre los distintos niveles de nuestro cuerpo-mente.

Nuestro sistema vital está siempre en movimiento, con elementos externos variables que influencian el sistema.  Éste a su vez hace lo posible para permanecer en equilibrio y permanecer vivo.

La salud se logra cuando el ecosistema personal, nuestro espacio interior, logra una comunicación equilibrada con el espacio exterior, haciéndose uno.

Las emociones, pensamientos y flujo espiritual son tan importantes para la salud como el estado de órganos y tejidos dentro del cuerpo.  Si estamos preocupados con respecto a la salud, todos nuestros aspectos personales están involucrados.

La persona considerada enferma, es, en realidad, el curador.  Puede obtenerse ayuda de especialistas, sean médicos ó naturópatas, psicoterapeutas, ó chamanes, pero la responsabilidad de la curación nunca debe delegarse a otro que no sea uno mismo.

La curación, como todo poder, proviene del interior.  Los aromas ayudarán en el proceso, pero la curación es inherente a estar vivo.  Nos hemos acostumbrado a entregar el poder a los así llamados expertos, pero es importante para lograr una salud verdadera, reconocer nuestra libertad, esa deliciosa responsabilidad que nos permite conducir el desenvolvimiento de nuestra vida.

Las herramientas y técnicas de curación, como lo es el arte de la Aromaterapia, no son otra cosa que disparadores de las fuerzas interiores de curación y regeneración .  Sin embargo, no importa lo poderosas que estas herramientas sean, no funcionarán en forma profunda si no revisamos nuestro estilo de vida y forma de ver el mundo ( y nuestras acciones).

El primer paso es remover los juicios de valor.  La enfermedad no es algo “malo”.  Esto no quiere decir que no valoremos el sentirnos bien, sino que la rigidez y presión con la que nos hemos acostumbrado a ver a las enfermedades, contribuye a la enfermedad misma.  

La enfermedad puede ser una oportunidad creada dentro de uno mismo para cambiar y transformar nuestra vida, y vista así, puede ser revisada con menos resistencia y desaprobación.  

Hay momentos donde el problema se transforma en una oportunidad de utilizar la voluntad y luchar, y momentos para permanecer quietos y en paz con el proceso.  Es imposible generalizar la forma de aprender una lección ofrecida. Juzgarla ó juzgarse a uno mismo es perder una valiosa oportunidad.



Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
CTS-CENTRO DE TERAPIAS PARA LA SALUD
(+54 11) 47027734/(+54 9 11) 57316361



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