NUESTRA CULTURA, LOS
LIMITES Y NOSOTROS
(Una mirada integradora)
(Una mirada integradora)
¿Podemos conectarnos
con nuestros propios límites?
¿Sabemos lo que son
“los límites”?
¿Sabemos que los
límites son tan necesarios como la libertad y la expansión? ¿Cuál es el límite
a nuestra libertad?
Hay acontecimientos
mundiales que nos hablan de libertad por un lado, y de límite por el otro. Lo
sentimos, lo pensamos, lo intuimos.
Pero no es posible
poner esto en práctica si primero no nos preguntamos cuáles son nuestros
propios límites a nivel personal. El trabajo comienza en el interior, y a
partir de allí, podemos entonces decirle al otro que no avance sobre nuestros
objetivos, espacios, propiedades, derechos, vida afectiva.
Nuestra cultura ha
creado una modalidad de vida basada en el sentimiento de carencia y en la falta
de límites. Dos de los elementos más bajos de nuestro ego, y que
nos llevan a cometer atrocidades, como los autoritarismos y las guerras.
La necesidad de un
encuentro con nuestro interior, abstrayéndonos del exterior, se impone. Y es
importante hacerlo desde lo que sentimos, porque allí estarán las respuestas
más auténticas. El límite se establece desde el sentir… estoy triste?
Estoy con rabia? Me genera malestar el calor, el frío? Me siento mal cuando
estoy en presencia de personas charlatanas? Siento negatividad en ciertos
lugares? Me permito sentirme a mí mismo, tal como soy? Puedo decir “no” cuando
no quiero algo?
Y estas preguntas, que
parecerían tan simples y fáciles de responder, en realidad se vuelven
complicadas, porque vivimos mecanizados, en general, vivimos en función del
afuera.
El límite está
simbolizado por el padre, y si lo que recibimos a través de él fue el modelo de
sumisión y falta de criterio propio, nuestros límites estarán impregnados de
aceptación del maltrato y confusión con respecto a las propias ideas y
sentires.
Tenemos que asumir que
esta cultura que está derrumbándose por su propio peso, nos pide que
desarrollemos ese criterio propio y que nos enfrentemos a la posible no
comprensión de otros, para encontrar un equilibrio saludable para nuestra alma.
Hay una esencia floral
de Bach vinculada a esta problemática de los límites: Centaury. Al nombrarla,
evocamos al Centauro, seguramente, y por alguna razón, el botánico que
descubrió esta planta la llamó así. El Centauro es un personaje
mitológico, mitad caballo y mitad hombre, que lleva un arco y una flecha. El
Centauro posee la fuerza animal y la inteligencia humana, ha logrado un
equilibrio entre ambas, apoyado en los límites. Ha logrado una integración de
los diferentes aspectos, sin que uno prevalezca sobre el otro. Su flecha,
preparada para ser disparada, tiene un objetivo; lo espiritual, lo que está más
allá del horizonte. Para lograr disparar esa flecha el Centauro necesita
de los límites también… atemperar la fuerza animal para que acepte la dirección
de la inteligencia humana, y lograr que la mente humana confíe en el instinto y
fuerza animales. El arco y la flecha simbolizan también la interacción de los
límites; el arco debe ser fuerte y a la vez flexible, para que la
flecha, síntesis de ambos, llegue a su objetivo.
Muchas personas en
nuestra cultura, en particular del género femenino, se corresponden con el
carácter de la esencia floral Centaury. Son personas que ceden a los demás su
fuerza y voluntad, dejando de ser ellas mismas. Aceptan ser sometidas,
incluso abusadas y violentadas. Centaury devuelve a la persona la fuerza
inteligente de Centauro, para que se afirme en sus objetivos y dirija la flecha
de sus deseos a sus objetivos de vida, impidiendo que el miedo a la carencia y
los deseos de los demás, se impongan en su vida.
El Centauro también se
asocia al Signo de Sagitario, noveno de la Rueda Zodiacal.
Energía vinculada a la enseñanza y a la integración. La mente racional
que divide, separa, diversifica y duda de las verdades, quedó atrás a
través de un viaje de transformación interna en el cual todo es integrado a un
Fin Mayor. Eso es Sagitario, también vinculado a los Papas como símbolos de
Guías Espirituales. La integración interna requiere de la puesta en práctica de
los límites internos, constituídos por diversos elementos, entre ellos también
la ética interna.
En el Tarot Madre Paz,
el Arcano Mayor vinculado a Sagitario y su energia es La Templanza , y su imagen
recuerda la danza de la vida terrenal y espiritual integrada en Unión y
Equilibrio.
¿Qué les parece si
este mes, como ejercicio, reflexionamos acerca de los límites en la vida de cada
uno de nosotros?
Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
(011-054) 4702-7734 / 15-5731-6361
consultas@center-salud.com
www.center-salud.com
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