viernes, 10 de mayo de 2013

LOS LIMITES


NUESTRA CULTURA, LOS LIMITES Y NOSOTROS
(Una mirada integradora)


  

¿Podemos conectarnos con nuestros propios límites?
¿Sabemos lo que son “los límites”?
¿Sabemos que los límites son tan necesarios como la libertad y la expansión? ¿Cuál es el límite a nuestra libertad?

Hay acontecimientos mundiales que nos hablan de libertad por un lado, y de límite por el otro. Lo sentimos, lo pensamos, lo intuimos.  

Pero no es posible poner esto en práctica si primero no nos preguntamos cuáles son nuestros propios límites a nivel personal. El trabajo comienza en el interior, y a partir de allí, podemos entonces decirle al otro que no avance sobre nuestros objetivos, espacios, propiedades, derechos, vida afectiva.

Nuestra cultura ha creado una modalidad de vida basada en el sentimiento de carencia y en la falta de límites. Dos de los elementos más  bajos de nuestro ego,  y que nos llevan a cometer atrocidades, como los autoritarismos y las guerras.

La necesidad de un encuentro con nuestro interior, abstrayéndonos del exterior, se impone. Y es importante hacerlo desde lo que sentimos, porque allí estarán las respuestas más auténticas.  El límite se establece desde el sentir… estoy triste? Estoy con rabia? Me genera malestar el calor, el frío? Me siento mal cuando estoy en presencia de personas charlatanas?  Siento negatividad en ciertos lugares? Me permito sentirme a mí mismo, tal como soy? Puedo decir “no” cuando no quiero algo?

Y estas preguntas, que parecerían tan simples y fáciles de responder, en realidad se vuelven complicadas, porque vivimos mecanizados, en general, vivimos en función del afuera.

El límite está simbolizado por el padre, y si lo que recibimos a través de él fue el modelo de sumisión y falta de criterio propio, nuestros límites estarán impregnados de aceptación del maltrato y confusión con respecto a las propias ideas y sentires.

Tenemos que asumir que esta cultura que está derrumbándose por su propio peso, nos pide que desarrollemos ese criterio propio y que nos enfrentemos a la posible no comprensión de otros, para encontrar un equilibrio saludable para nuestra alma.

Hay una esencia floral de Bach vinculada a esta problemática de los límites: Centaury. Al nombrarla, evocamos al Centauro, seguramente, y por alguna razón, el botánico que descubrió esta planta la llamó así.  El Centauro es un personaje mitológico, mitad caballo y mitad hombre, que lleva un arco y una flecha. El Centauro posee la fuerza animal y la inteligencia humana, ha logrado un equilibrio entre ambas, apoyado en los límites. Ha logrado una integración de los diferentes aspectos, sin que uno prevalezca sobre el otro. Su flecha, preparada para ser disparada, tiene un objetivo; lo espiritual, lo que está más allá del horizonte.  Para lograr disparar esa flecha el Centauro necesita de los límites también… atemperar la fuerza animal para que acepte la dirección de la inteligencia humana, y lograr que la mente humana confíe en el instinto y fuerza animales. El arco y la flecha simbolizan también la interacción de los límites;   el arco debe ser fuerte y a la vez flexible, para que la flecha, síntesis de ambos, llegue a su objetivo.

Muchas personas en nuestra cultura, en particular del género femenino, se corresponden con el carácter de la esencia floral Centaury. Son personas que ceden a los demás su fuerza y voluntad, dejando de ser ellas mismas.  Aceptan ser sometidas, incluso abusadas y violentadas. Centaury devuelve a la persona la fuerza inteligente de Centauro, para que se afirme en sus objetivos y dirija la flecha de sus deseos a sus objetivos de vida, impidiendo que el miedo a la carencia y los deseos de los demás, se impongan en su vida.

El Centauro también se asocia al Signo de Sagitario, noveno de la Rueda Zodiacal. Energía vinculada a la enseñanza y a la integración.  La mente racional que divide, separa, diversifica y  duda de las verdades, quedó atrás a través de un viaje de transformación interna en el cual todo es integrado a un Fin Mayor. Eso es Sagitario, también vinculado a los Papas como símbolos de Guías Espirituales. La integración interna requiere de la puesta en práctica de los límites internos, constituídos por diversos elementos, entre ellos también la ética interna. 

En el Tarot Madre Paz, el Arcano Mayor vinculado a Sagitario y su energia es La Templanza, y su imagen recuerda la danza de la vida terrenal y espiritual integrada en Unión y Equilibrio.

¿Qué les parece si este mes, como ejercicio, reflexionamos acerca de los límites en la vida de cada uno de nosotros?

Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
(011-054) 4702-7734 / 15-5731-6361
consultas@center-salud.com
www.center-salud.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario