viernes, 10 de mayo de 2013

CONOCIENDO AL DR. EDWARD BACH


LA CONFERENCIA DE WALLINGFORD 
(fragmento - Una conferencia pronunciada el día en que Bach cumplió 50 años)
Sobre las enfermedades y su origen no físico


En la Naturaleza, buscamos con confianza todas aquellas cosas que necesitamos para mantenernos vivos;  aire, luz, comida, bebida y así en más;  es improbable que la curación de nuestras enfermedades y desgracias pueda quedar fuera de este gran sistema por el que se nos provee de todo.

Vemos entonces que el tratamiento a base de hierbas se remonta a los primeros tiempos conocidos por el hombre, que tanto por su empleo como por su fama ha continuado durante todos estos siglos y en muchas épocas de la historia ha sido el principal y casi el único método de curación.

El sistema del cual se habla esta noche tiene grandes ventajas sobre otros:

1) Todos los remedios se hacen a partir de bellas flores, plantas ó árboles de la naturaleza;  ninguno de ellos es venenoso ni puede provocar algún daño, no importa cuánto se tome.
2) Son apenas 38 remedios, lo que significa que es más fácil encontrar las hierbas correctas si hay pocas opciones.
3) El método para elegir los remedios que deben tomarse, es bastante sencillo como para que lo comprenda la mayoría de las personas.
4) Las curaciones obtenidas fueron tan maravillosas que sobrepasaron todas las expectativas, tanto de aquellos que usaron este método como de los pacientes que de él se beneficiaron.

Estas hierbas han tenido éxito una y otra vez, donde todo otro tratamiento que se intentara fracasó.

Y ahora, habiéndoles dado una idea de la antigüedad y la fama del gran arte de la curación del sufrimiento medianrte hierbas, pasemos a la razón principal de la charla de esta tarde.

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Nuevamente, para convencerlos de que no se necesita ningún conocimiento científico para el tratamiento con estas flores, les digo que ni siquiera el nombre de una enfermedad ó de la dolencia es necesario.  No es la enfermedad lo que importa… es el paciente. No es lo que tiene el paciente. No es lo que llamamos enfermedad lo importante para tratar, porque la misma enfermedad puede causar diferentes resultados en distintas personas.

Si los efectos fueran los mismos en todas las personas, será fácil saber cuál es el  nombre de la enfermedad, pero no es así.  Y es por eso que resulta a menudo tan difícil, en la ciencia médica, darle un nombre al mal particular del que se queja un paciente.

No es la enfermedad lo importante, es el paciente;  el modo como él ó ella se ven afectados es nuestra verdadera guía para su curación.

En la vida de todos los días, cada uno de nosotros tiene su propio carácter.  Dicho carácter está formado por nuestros gustos, nuestras aversiones, nuestras ideas, pensamientos, deseos, ambiciones, el modo en que tratamos a los demás, etc.

Ahora bien, el carácter no le pertenece al cuerpo, sino a la mente, y la mente es la parte más delicada y sensible de nuestro ser.  ¿Podemos dudar, entonces, de qué la mente, con sus humores múltiples, sea la primera en mostrar los síntomas de la enfermedad y que, siendo tan sensible, nos sirva de mejor guía para los casos de enfermedad que el cuerpo?

Los cambios de nuestra mente nos guiarán de un modo más claro hacia el remedio que necesitamos, aunque el cuerpo muestre apenas una ligera alteración.

Antes de que surjan todas las enfermedades, generalmente HAY UN PERIODO EN QUE NO NOS SENTIMOS BIEN O PRESENTIMOS ALGUNA PEQUEÑA ALTERNACION DE NUESTRO ESTADO DE ANIMO.  Es el momento de tratar nuestros problemas, de reajustarnos e IMPEDIR que la perturbación siga su curso.

La PREVENCION es mejor que la cura, y estos remedios nos ayudan de manera maravillosa a estar bien, a protegernos de la amenaza de las cosas desagradables.

Cuanto antes lo hagamos, en los primeros estadíos de la enfermedad, mejor será.

Ahora pensemos en aquellos que ya están enfermos desde hace un tiempo ó lo han estado por mucho tiempo.  Ellos también tienen razones para guardar esperanzas, tanto de mejoría como de recuperación.  Ninguno debe perder la esperanza de estar bien.

Tampoco podemos dejar que una persona se asuste por el nombre dado a cualquier enfermedad.  Antes de todo, ¿ qué es un nombre? Además,NO EXISTE ENFERMEDAD QUE POR SI MISMA SEA INCURABLE. 

Puedo asegurarlo porque sé de personas portadoras de enfermedades –y en consecuencia muy temidos- QUE SE RECUPERARON COMPLETAMENTE.

Si algunos pacientes lo consiguieron, LOS OTROS TAMBIEN PUEDEN CONSEGUIRLO.  A veces lleva menos tiempo curar una enfermedad considerada terrible que una que parece menos grave.  

DEPENDE MAS DEL INDIVIDUO QUE DE LA DOLENCIA.

La base de tratamiento es la misma, sea una enfermedad grave, de larga duración, sea una leve ó corta, sea una que apenas esté perturbando al individuo. Porque aunque una enfermedad ya esté afectando a la persona hace algún tiempo, ésta sigue manteniendo su carácter, sus deseos, esperanzas, ideas, gustos, aversiones, etc.

Lo que importa es observar, digámoslo otra vez, es COMO LE AFECTA AL PACIENTE LA ENFERMEDAD, SI HAY DEPRESION, FALTA DE ESPERANZAS EN UNA MEJORÍA, MIEDO DE EMPEORAR, IRRITABILIDAD, NECESIDAD DE COMPAÑÍA, DESEO DE ESTAR SOLO Y EN SILENCIO, Y DE ACUERDO A LOS DISTINTOS ESTADOS DE ANIMO ELEGIR EL Ó LOS REMEDIOS ADECUADOS.

Y es maravilloso también que ante la amenaza de enfermedad, si logramos que un paciente se recupere de ese estado de “no ser exactamente el mismo”, LA ENFERMEDAD NO SE PRESENTARA.

Así sucede en los casos que se habian prolongado por mucho tiempo;  cuando los distintos estados de ánimo, la depresión, el miedo, etc. desaparecen, los pacientes están mejor en sí mismos, vuelven a su Yo real, y entonces, la enfermedad, no importa cuál fuera, TAMBIEN DESAPARECE.

Y queda otra clase muy diferente de personas;  aquellas que no están realmente enfermos en el sentido corriente de la palabra;  sin embargo a ellos siempre les está pasando algo malo.  Puede no ser grave y sin embargo la vida se les hace difícil y a veces, se vuelve una carga y estarían agradecidos de verdad si pudieran quitarse de encima sus dolores. La mayoría no han intentado muchas cosas para librarse de su peroblema, pero no han podido encontrar una curación.

Entre tales personas están los que sufren de DOLORES DE CABEZA CRONICOS ó de FUERTES RESFRIOS TODOS LOS AÑOS, los que SIEMPRE TIENEN CATARRO ó REUMATISMO, INDIGESTION, la VISTA CANSADA, ASMA, PROBLEMAS CARDIACOS, INSOMNIO y cosas como éstas.

Y qué alegría es poder darle alivio a esas personas, que a menudo pensaban que iban a tener que soportar sus enfermedades durante toda la vida, especialmente aquellas que temían que sus síntomas iban a agravarse con la edad.

Tales casos pueden curarse y es muy frecuente que EL BENEFICIO EMPIECE CUANDO SE INICIA EL TRATAMIENTO.

Y por último, una clase más: la de aquellos que están muy bien, fuertes y saludables, y a pesar de todo tienen sus dificultades.

Son personas que…
PIENSAN QUE SU TRABAJO O SU TAREA ES MAS DIFICIL DE LO QUE REALMENTE ES;  
QUE SE MUESTRAN DEMASIADO ANSIOSOS POR HACER LAS COSAS BIEN;  o son EXCESIVAMENTE ENTUSIASTAS Y SE ESFUERZAN Y SE AGOTAN;  
ó que TEMEN AL FRACASO suponiendo que no son tan inteligentes COMO OTRAS PERSONAS;  
ó aquellos que no son capaces de decidir QUE ES LO QUE QUIEREN;  
aquellos que tienen MIEDO DE QUE ALGO LES PASE A SUS SERES QUERIDOS;  que siempre TEMEN LO PEOR, aun sin razón alguna;  
aquéllos que SON TAN ACTIVOS E INQUIETOS que nunca parecen tener paz;  aquellos que SON DEMASIADO SENSIBLES, TIMIDOS Y NERVIOSOS; 
y así en más.  Todas esas cosas, aunque no pueden llamarse ENFERMEDADES, causan tristeza y preocupación. Y todas pueden corregirse, con lo que se le dá a la vida una nueva alegría.

De ese modo, vemos cuán grande es el poder de la flor adecuada para curar, no solo para mantenernos fuertes y protegernos de la enfermedad, no solo para detener una enfermedad cuando ésta nos amenaza, no solo para ALIVIARNOS Y CURARNOS cuando estamos en desgracia y enfermos, sino también para PROPORCIONARLE PAZ, ALEGRIA Y FELICIDAD a nuestra mente, cuando aparentemente no hay nada malo en nuestra salud.

Dr. Edward Bach


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