martes, 15 de octubre de 2013

CAPACITACION PROFESIONAL EN TERAPIAS ALTERNATIVAS

DEL APRENDER, DEL INFORMARSE Y DE LOS TERAPEUTAS





Vivimos en un tiempo de muchos cambios,  incertidumbres, dudas, dificultades. Esto no es novedad para nadie.  Cada región, cada país, lo vive de diferente manera,  y prevalece, como algo que define nuestra manera de vivir occidental, la famosa “falta de compromiso”.  

Antes de sumergirme en el tema, me gustaría compartir el significado de la palabra “compromiso”.

El Diccionario de la Real Academia Española nos habla de dos acepciones: la obligación contraída y la palabra dada.

De su estudio etimológico, descubrimos que “compromiso” se compone de dos sufijos latinos más un verbo:

Com (cum) = con, compañía
Pro (pro) = a favor de
Miso (mito-mitis-missi-missium) = enviar

A su vez la palabra “obligación” se compone de:
Ob (ob) = por causa de, a fuerza de
Ligación (ligare) = unir, atar, dejar ligado

Este descubrimiento nos permite reflexionar acerca de los orígenes de la palabra, y podríamos decir lo siguiente:

Existe dentro del compromiso un componente muy importante que es la existencia de una “relación”. El prefijo “cum” nos habla de una compañía, otro, al cual quedamos “ligados”, unidos por medio de ese compromiso.  Este tipo de relación indica mutualidad, o sea el compromiso es mutuo, de ambas partes.

La expresión de la voluntad, parte de un compromiso, tiene un “destinatario”, que es parte de esa relación y expresado por el prefijo “pro” = “a favor de”.  Esta relación no necesariamente debe darse entre dos ó más personas, yo puedo comprometerme conmigo mismo, por lo cual, una persona basta para que exista compromiso. Y en ese caso particular, el destinatario sería yo mismo.

Por último encontramos la “misión”, el “envío”, que se entiende como la facultad que otorga a alguien para ir a desempeñar algún objetivo.  Esto nos acerca la idea de un “poder”, una capacidad, una autorización, un derecho, una aptitud, una potencia que nos permite llevar a cabo una determinada acción.

Èsta es la utilidad que nos brinda el conocer el significado de las palabras. Sabemos que cuando nombramos algo, muchas veces el sentido de la palabra que utilizamos, está distorsionada, sin embargo, nuestro inconsciente reconoce los significados originales y profundos.

Vivimos en una sociedad que hemos generado nosotros mismos a través de nuestras elecciones cotidianas. Y el resultado ha sido, entre otras cosas, el individualismo y la falta de compromiso.  Es decir, tomarse uno mismo como referencia de todo, pero alejados de las leyes universales que nos rigen, aunque no lo reconozcamos.

El compromiso nos habla de otro, que podemos ser nosotros mismos, de una misión y de una palabra dada ó algo prometido, por decirlo de otra manera. Pero sucede que el individualismo se alimenta de la idea de la separación de todo, de la sensación de estar aislados, incluso de nosotros mismos. 

Este estado de cosas hace que nos informemos pero que no aprendamos, porque informarse no requiere compromiso, pero aprender sí lo requiere.  

Y aquí tenemos un problema para concretar una verdadera capacitación, por ejemplo, profesional. Desde ya también pueden presentarse inconvenientes en todas las áreas de la vida de una persona.  Ni hablar de los vínculos afectivos.

Como docente de Terapias Alternativas, he observado muchas veces la gran dispersión, producto de la constante estimulación externa para mantener la sensación de separación y falta de compromiso del alumno con sus estudios y con las cosas en general.

Esta situación es permanente, si vamos a esperar que el afuera nos permita concentrarnos en nuestros objetivos profundos, esto será un imposible, porque precisamente lo que hemos estructurado erróneamente entre todos, nos dispersa constantemente y nos aleja de nosotros mismos.

“Aprender es experimentar, todo lo demás es información” decía Albert Einstein. Y en esta frase se resume el estilo de aprendizaje que ofrezco en mis cursos y talleres. 

Informarse no requiere compromiso, aprender sí.  Informarse es coleccionar datos, aprender es incorporar conocimientos reconociéndose como un ser vivo, pensante y sintiente, que asimila esa información y a través de esa acción destinada a sí mismo (com-pro-miso) aprende.

Luego entonces, una vez atravesada la etapa de verdadero aprendizaje,  el alumno, ya convertido en profesional, estará a su vez en condiciones de comprometerse con su consultante, estableciendo un vínculo completamente necesario para que la Terapia Floral resulte positiva y sanadora.

Mis cursos y talleres te ofrecen precisamente aprender a comprometerte con tu propia misión: sanar a otros, comenzando con uno mismo.

Te espero!


Prof. Elsa B. Mirol
Miembro de la Asoc. Dr. Bach Argentina
Nº Matricula I.G.J. Nº 000276
Terapeuta  Floral Niveles I, II y III
Investigadora - Elaboradora
Aromaterapia y Gemoterapia Niveles I y II
Musicoterapia - Astrología - Marketing Holístico
Terapeuta Corporal Kung Fu Chio 
Asociada Trainer Deva´s
Tel: (54-11) 4702-7734 / 15-5731-6361
www.centersalud.blogspot.com
www.center-salud.com.ar/proactiv.htm
info@center-salud.com.ar







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