LA RECONCILIACION CON UNO MISMO
(Del libro "50 Rituales para la vida" de Anselm Grün)
Reconciliarse
con la propia historia de vida es una condición para poder decirse sí a uno
mismo. Pero, independientemente de la
historia personal, siempre es menester volver a reconciliarse con uno mismo,
tal como uno es aquí y ahora. Si miro
dentro de mí, encontraré actitudes, fantasías, emociones y pasiones que
preferiría ocultar. Entonces, necesito
mucha energía para reprimir todo lo que desapruebo de mí.
C.G.
Jung se ocupó minuciosamente de los “aspectos sombríos” que cada hombre
posee. De cómo nos gusta mostrar
nuestros lados buenos y ocultar el resto.
Pero entonces aquellos quedan en la sombra y expanden su oscuridad en
nosotros. A menudo, resurgen bajo la
forma de palabras desagradables. La
agresión reprimida atraviesa nuestra fachada amistosa, las necesidades
insatisfechas toman la palabra traspasando los límites del otro.
La
sombra es uno de los aspectos de mi ser con los que debo reconciliarme. Otro es el de los autorreproches,
sentimientos de culpa y desvalorización de mí mismo. Todo ello conforma una imagen ilusoria de mí
mismo, de la cual debo despedirme.
El
siguiente ritual puede ser una herramienta para reconciliarte contigo mismo,
tal como eres, y decirte “si”. Siéntate
en silencio en tu rincón de meditación u oración ó en algún sitio en donde te
sientas cómodo. Analiza tus
autorreproches.
¿Qué
es lo que te reprochas a ti mismo?
¿Qué
imagen tuya hay detrás de tus sentimientos de culpa?
Intenta
desprenderte de todos los sentimientos de culpa.
Deja de culparte ó disculparte.
Sitúate simplemente como eres, y sitúa tu
conducta, tal como fue, frente al amor indulgente de Dios.
Y
trata de perdonarte. Quizás entonces
también tu culpa se vuelva una culpa feliz, que te arroje del trono de tu
fariseísmo y te permita ser hombre entre los hombres, resplandeciendo de
reconciliación. Reconciliado,
misericordioso y suave. No necesitas
reprocharle nada a Dios. Él prefiere que
le entregues tu corazón roto, que no desdeñará (Sal. 51-59)
Pregúntate
qué imágenes ilusorias de ti mismo se esconden tras los autorreproches.
Y luego, llora por ser como eres, no tan
ideal como lo habías soñado, sin regular, con fortalezas y flaquezas.
Solo cuando estés preparado para llorar tu
medianía, cuando atravieses tu quebranto por medio del dolor, podrás
reconciliarte contigo mismo.
De repente
descubrirás el potencial que duerme en tu alma y solo entonces podrás vivir con
agradecimiento lo que eres y lo que te constituye.
Por
lo tanto, mira tu lado sombrío. Lo reconocerás al ver tus reacciones de
susceptibilidad.
¿En qué ocasiones
reaccionas con susceptibilidad?
¿Qué facetas reprimidas en ti se hacen oír de
ese modo?
¿Qué es lo que prefieres ocultar de ti mismo y de los demás?
Entrégaselo a Dios e imagina que la luz de Dios penetra todas tus sombras y las
transforma en fuente de vitalidad y fuerza.
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Un ejercicio bien práctico y comprensible para acompañar el tránsito de Plutón. Ya no hay excusas. Propuestas y explicaciones sobre este tránsito hay miles. Solo resta poner en práctica lo que nos propone. Y cada uno será responsable de sí mismo, y como parte de la comunidad del país.
El 17/8/18, será la cuarta y anteúltima conjunción a la Luna del país. Y el tránsito finalizará entre el 2019 y el 2020. De nosotros depende que se vida de la manera más elevada ó la más destructiva.
Este ejercicio de un ser tan espiritual como inteligente, como lo es el Sacerdote Benedictino Anselm Grün, nos muestra de manera sencilla, cómo conectar con nuestra sombra, y este trabajo lo debería hacer, en principio, cada habitante de este país.
¿Es mucho pedir? quizás tratándose de Plutón no lo es. Porque sus exigencias son extremas, no tiene términos medios.
Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
CTS-Centro de Terapias para la Salud
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