MECANISMO DE ACCIÓN
Y EFECTO DE LAS ESENCIAS FLORALES
Dado que la esencia floral vibra en la misma frecuencia energética armónica que el correspondiente dictado del alma humana, sin su distorsión no armónica y su retardación, la esencia de flores puede tomar contacto con este dictado del alma y hacerlo retornar a su armonía mediante su propia frecuencia de vibración armónica a través de la resonancia de vibración.
Expresado en otros términos: la esencia de flores reestablece, como si fuese un catalizador, el contacto entre el alma y la personalidad, bloqueado en este punto. El alma puede hacerse escuchar de nuevo por la personalidad. Allí donde reinaba la falta de armonía y el entorpecimiento, vuelve a fluir la vida. O como dice Bach: allí donde el hombre “ya no era del todo él mismo, vuelve a serlo enteramente”.
Desde un punto de vista fisiológico, las vibraciones de las flores actúan sobre las vibraciones del campo energético del ser vivo, armonizándolo.
Cada bloqueo o ruptura que se produce en los circuitos de energía se convierte en un desequilibrio emocional, que si perdura, dá lugar a manifestaciones patológicas orgánicas. Cada flor, entonces, actuaría desbloqueando o “suturando” esas lesiones, disminuyendo su acción a medida que el equilibrio se recupera.
Estos medicamentos actúan, por lo tanto, por acción energética y no química como los de la medicina alopática tradicional.
Es por esta razón que los efectos que una persona medicada con remedios florales pueda sentir, no derivan rigurosamente de los medicamentos sino de la estructura de la persona.
Esto explica por qué cuando se prescribe un remedio floral erróneamente, no daña, ya que la vibración de la flor no actúa si la emoción correspondiente está en equilibrio. Esto hace, del sistema Bach, uno de los pocos sistemas médicos que puede ser usado por legos y permite la automedicación.
En otras palabras, la respuesta es individual y varía de acuerdo a la persona misma la manera a través de la cual responderá al remedio floral.
Todo cambio de tipo patológico que se observe durante el tratamiento no se debe a la acción directa del medicamento sino a movilizaciones del organismo en su proceso curativo. Estas reacciones se observan sobre todo con los remedios que corrresponden a estados mentales caracterológicos o crónicos.
Existen objeciones y cuestionamientos desde la medicina tradicional. Por ejemplo cómo se verifica la acción de las flores. La respuesta es simple: por la respuesta clínica a la toma del medicamento floral.
Otra objeción habitual es que seguramente actúan por sugestión. Para descartar esta creencia basta administrar remedios florales a plantas o animales y observar sus efectos para darse cuenta que no es la sugestión lo que está actuando. O por ejemplo, al observar el efecto del Rescue Remedy en una persona con pérdida de conciencia.
Lo señalado anteriormente seguramente tiene su origen en que los seres humanos nos hemos olvidado, por cuestiones culturales, que las plantas han sido los medicamentos de la humanidad desde sus albores. Por eso no hay que sorprenderse que las flores silvestres curen, así lo han hecho y lo seguirán haciendo mientras la vida continue en este planeta.
Los remedios florales actúan entre las 3 horas y las 8 semanas de haber sido administrados. Si pasado ese plazo no se observan cambios en el estado del paciente, se puede considerar que el remedio no ha sido el indicado.
De todos modos es muy importante desarrollar la capacidad de observación, ya que es posible que el paciente no acuse recibo de algunos cambios paulatinos y perceptibles por terceros.
El efecto de las flores es muy suave en general, y esto es la causa de lo mencionado.
Pueden observarse además, algunos efectos interesantes específicos de estos remedios. Uno de ellos es la afluencia de sueños en los comienzos del tratamiento o de la toma de algún remedio nuevo. Otro es el percatarse acerca de los propios procesos psíquicos, lo que ocurre espontáneamente y lleva a la persona a un cambio de conducta.
Aquellas personas que han tomado las flores asiduamente y por un tiempo prolongado, coinciden en afirmar que, además de los cambios personales que experimentaron según el cuadro que presentaban, se sienten más libres e independientes, con mayor capacidad para la acción en el mundo.
Volviendo a Bach y a sus ideas acerca de la curación, leemos en “Cúrese a Ud. Mismo”…
“Y ahora llegamos al problema crucial:
cómo mantener a nuestra mente y a nuestro cuerpo en ese estado de armonía que
dificulte o imposibilite el ataque de la enfermedad, pues es seguro que la
personalidad sin conflicto es inmune a la enfermedad… Ya hemos discutido
extensamente la necesidad de buscar en nosotros mismos los defectos que
poseemos y que nos hacen actuar contra la unidad y sin armonía con los dictados
del alma, y de eliminar esos defectos desarrollando las virtudes opuestas…
Recordemos que, cuando se descubre el defecto, el remedio no consiste en luchar
denodadamente contra él con grandes dosis de voluntad y energía para
suprimirlo, sino en desarrollar firmemente la virtud contraria, y así,
automáticamente desaparecerá de nuestra naturaleza todo rastro de mal. Este es el verdadero método natural de
progresar y de dominar el mal, mucho más fácil y efectivo que la lucha contra
un defecto en particular. Al combatir el
defecto, se aumenta el poder de éste al mantener la atención centrada en su
presencia, y se desencadena una verdadera batalla; el mayor éxito que cabe esperar en este caso
es vencerle, lo cual deja mucho que desear ya que el enemigo permanece dentro
de nosotros mismos y en un momento de debilidad puede resurgir con renovados
bríos. Olvidar el error y tratar
concientemente de desarrollar la virtud que aniquile a lo anterior, ésa es la
verdadera victoria.
Por ejemplo, si existe la crueldad en
nuestra naturaleza, podemos repetirnos continuamente; no voy a ser cruel, y
así, evitar errar en esa dirección. Pero
el éxito en este caso depende la fortaleza de la mente y si se debilita por un
momento podemos olvidar nuestra resolución. Si, por otra parte, desarrollamos
la compasión y el cariño por nuestros semejantes, esta cualidad hará que la
crueldad sea imposible de una vez por todas, pues evitaremos el acto cruel con
horror gracias a la compasión. En este
caso no hay supresión, no hay enemigo oculto que aparezca en cuanto bajamos la
guardia, pues nuestra compasión habrá erradicado por completo de nuestra
naturaleza la posibilidad de cualquier acto que pudiera dañar a los demás”
Bach ponía énfasis sobre la acción para lograr el
cambio a través del cual se llegará a la curación. A través de la reflexión debemos detectar los
rasgos a modificar y luego ejercer en acciones concretas la virtud contraria,
lo que nos llevará a la armonía y por ende a la curación.
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También agradeceré el compartir este artículo.
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