jueves, 23 de noviembre de 2017

Rudolf Steiner y la verdadera Astrología

El hombre y los astros
(Rudolf Steiner)
Fragmento del prólogo por Heinz Herbert Schöffler


Actualmente la Astrología ha pasado a ser un recurso indispensable, el cual está siendo abordado, discutido y estudiado desde aspectos muy diferentes de lo que se estilaba en el comienzo del S XX.   Ya hace más de dos generaciones, el filósofo Ernst Cassirer ha caracterizado al hermentismo de la configuración astrológica universal como uno de los “más grandiosos intentos de abordar sistemática y constructivamente el Universo, y C.G. Jung hasta opinaba que la Astrología se hallaba ante las puertas de las universidades.

Siendo que ya en 1947 el se había expresado: “Tengo que reconocer que los datos astrológicos han clarificado ciertas cosas, que de otra manera para mí habrían sido incomprensibles”

Pero también hay autores antropósofos de primera línea, que comentaron haber podido construir un verdadero vínculo con ciertas personas, recién a partir del momento en el que accedieron a su horóscopo. También Guenther Wachsmuth, en su gran obra “Aspectos cósmicos del nacimiento y de la muerte. Aportes para la investigación del karma”, se ha expresado ampliamente y de forma fundamentalmente positiva respecto de la Astrología.

El cambio de los tiempos no es la única razón que nos mueve a dar una respuesta antroposófica a la cuestión de la Astrología;  vemos que además hay cierta falta de información, la cual puede deberse al hecho que a Rudolf Steiner se lo ha citado parcialmente en este contexto.  Es decir, que cuando se analizan las exposiciones a las que nos referimos, se descubre que de ellas existen dos tipos;  unas que advierten negativamente, llegando en algunos casos a ser hasta mordaces y desvastadoras, mientras que las otras iluminan, y hasta llevan a ver en la Astrología esperanzadas posibilidades.  Quien se ha familiarizado medianamente con la obra de Rudolf Steiner, sabe de su esfuerzo por iluminar y hablar de todos los puntos de vista, también de aquellos que son contradictorios.  Por lo que a partir de aquí ya nos tiene que quedar en claro, que de haber declaraciones negativas, definitivamente habría que poder encontrar los aspectos positivos, que a ellas correspondan. ¡Y sin lugar a dudas, los aspectos positivos existen!

La tendencia tan variable en las exposiciones de R. Steiner radica en la naturaleza de la temática en sí;  lo que R. Steiner caracteriza como “verdadera Astrología” se diferencia claramente de la forma decadente en la que se maneja vulgarmente a la Astrología (por ej. en las revistas).  En su libro “Guía espiritual del ser humano y de la  humanidad” del año 1941, leemos lo siguiente:

“A las casas del horóscopo en realidad las fundamentan, las fuerzas de acuerdo a las que el ser humano ingresa a su existencia física, las que, quien conoce de estas cosas, sabe interpretar. A un ser humano le corresponde un horóscopo, porque en el mismo se expresan las fuerzas que lo han guiado a la existencia.  Por lo que, si por ejemplo en un horóscopo Marte está en Aries, esto significa que Marte no está permitiendo el acceso de ciertas fuerzas arianas. Significa que las mismas están debilitadas.  O sea que el ser humano está ingresando a la esfera física y el horóscopo es la carta que lo orienta, antes de hacerlo.  No es posible abordar este tema, que actualmente parece ser tan vanguardista, sin aclarar que casi todo lo que se está realizando en esta dirección, proviene de fuentes aficionadas –tratándose realmente de supersticiones-, y que la verdadera ciencia que de esto se ocupa, se ha perdido en gran parte para el mundo.  Por lo que aquello que aquí se dice, no puede ser juzgado a partir de un parámetro que proviene de lo que actualmente existe como Astrología. Son fuerzas estelares las que actúan en la inducción del ser humano a su encarnación física.

Cuando un ser humano es observado con consciencia clarividente, es posible discernir el hecho de que se trata del resultado de una acción  conjunta de fuerzas cósmicas.  Esto debe ser visualizado de forma hipotética, pero sabiendo que se corresponde absoltutamente con el discernimiento clarividente”

(….)

“Se me ha develado ahora –como resultado de un trabajo de investigación de muchos años- con más y más claridad, que como resultado del impulso Crístico en nuestra época se vivificará algo así como una resurrección de la Astrología de la tercera época post-atlante, es decir de la época egipcia babilónica caldea, de otra forma que como se investigaba entonces, pero las escrituras estelares volverán a ser para nosotros, algo que nos hable”

Y en septiembre de 1924, R. Steiner insinúa que la Astrología aflora ambivalente, dirigiéndose por una parte a épocas muy pretéritas y por la otra a un futuro muy lejano.  Dice que en un futuro predecible será, por ejemplo, visto como una trivialidad observar la ciencia vegetal simplemente desde el punto de vista de la botánica, sino que será menester reconocer en cada planta, los astros que a traés de ella actúan.  En este sentido nos encontramos ante una época que tiene presente la cultura astrológica, no siendo posible que la Astrología se desenvuelva en una dirección trivial en el sentido de una herramienta predictiva, como decía R. Steiner, la que surgió en el siglo pasado de la mano de Alan Leo y sus contemporáneos como ser Sepharial, Libra y Franz Hartmann. La Astrología actual, sin que esté en contacto con la Antroposofía, considera menos la predicción de acontecimientos, sino antes bien la constitución física básica de quienes consultan.  O sea que aquí nos encontramos ante un cambio.  Pero también se puede ver un cambio en la metodología, en el hecho de que en el año 1929 el conocido astrólogo Walter Koch, que no era antropósofo, creó lo que justificadamente denominó “Astrología Gestalt” y lo que inequívocamente recogía impulsos imaginativos, práctica ésta que en la actualidad suelen aplicar autores antropósofos, independientemente de lo que Koch postulara. Por supuesto que en un terreno antroposófico el diagnóstico de la constitución física nunca incluye aditamentos de la psicología tradicional.  Es evidente que la Astrología se ha ido integrando con los teoremas psicológicos de C.G. Jung.  Esto no va en desmedro del área antroposófica si consideramos que el mismo Steiner ya había fundado las bases para una psicología antroposófica, en la que es posible reconocer principios astrológicos.

Es interesante destacar, que esta ciencia psicológica del ser humano de R. Steiner parte de un concepto aristotélico básico y de la trimembración de los miembros.  La misma fue enunciada en su forma muy característica durante el “Curso de pedagogía curativa”en el año 1924, cuando Steiner estaba por analizar dos cartas natales de dos niños del Instituto de Pedagogía Curativa de Lauenstein en Jena. –Es notable que hasta hoy nunca se haya hecho mención de estos institutos, y que los mismos tampoco hayan sido considerados.

Por entonces, R. Steiner enunció la siguiente correlación entre cada miembro del ser y los planetas, desde el punto de vista astrológico:

Hombre Espíritu………………….  Neptuno
Espíritu de Vida…………………..  Urano
Yo Espiritual………………………..  Saturno
Alma Consciente…………………   Júpiter
Alma Racional…………………….   Marte
Alma Sensitiva……………………   Venus
Cuerpo Astral…………………….    Mercurio
Cuerpo Etérico…………………..    Luna
Cuerpo Físico…………………….    Sol

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Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
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