sábado, 3 de septiembre de 2016

HISTORIA DE LA FITOTERAPIA Y LA MIRADA HOLISTICA

HISTORIA DE LA FITOTERAPIA 
Y LA MIRADA HOLISTICA



La Fitoterapia es la medicina más antigua y probada del mundo.

De forma obligada los individuos y sociedades prehistóricas mantenían un fuerte contacto con la naturaleza la cual, al principio, de una forma accidental repercutía en el hombre, ya fuera por la ingesta de plantas tóxicas o venenosas, picaduras de insecto etcétera. Estas situaciones pasaban a formar parte de la experiencia de las comunidades antiguas que se hacían eco de qué les dañaba, pero también y del mismo modo de una forma accidental, en el más de los casos azarosa, comprendían que la naturaleza era fuente de sustancias con propiedades curativas. Al principio la metodología empírica era la única guía sustentada por una base mística y religiosa en cuanto al uso de drogas vegetales; por tanto las más de las veces no se apreciaban resultados, siendo la experiencia a lo largo de los siglos la que seleccionaría aquéllas drogas útiles para el hombre.

Medicina oriental: con una antigüedad de unos 60.000 años; indicativo todo ello de que Homo neanderthalensis podría haber tenido unas nociones básicas del uso de plantas. 

India: los primeros usos curativos de las plantas se remontan a unos 10.000 años en la India, mientras que los más antiguos documentos que lo testimonian pertenecen al imperio sumerio ((3000 a. C.)7 y a China; entre todos se destaca el Herbolario de Shên Nung (2700 a. C.) 

Egipto: importantes fueron también los papiros egipcios que plasman el conocimiento de esa civilización en más de 700 formas diferentes de medicamentos de naturaleza vegetal y animal. Famosos son los encontrados por el egiptólogo alemán G.M. Ebers (1837-1898) y también los de Smith (1600 a. C.), que tratan 160 tipos de drogas como el opio, etc. 

Mesopotamia: se realiza una labor análoga a la egipcia de recopilación de todo el conocimiento y material relacionado con las drogas vegetales y su actividad; todo ello confirmado por el hallazgo de 660 tablas de escritura cuneiforme en la región de Nínive, al parecer fruto de la orden dada por Asurbanipal 700 años antes de Jesucristo. De entre las 250 drogas que recoge este compendio se encuentran el opio, cáñamo indiano,azafrán, mirra, mandrágora e incluso la hoja de belladona presenta las mismas indicaciones que hoy día como antiespasmódica y antisecretora.

Tanto la civilización egipcia como las variadas culturas mesopotámicas mantenían circunscripto todo este saber, al mundo místico haciendo la relación dicotómica religión-medicina aún más fuerte. 

India: por su parte India, mantenía ya hace más de 5.000 años buenas comunicaciones con las civilizaciones china, egipcia y mesopotámica. Los dos primeros tratados más importantes elaborados en esta región son el Átharva-veda escrito sobre el 2.000 a. C. y el Susruta hacia el 1.300 a. C. ambos constituyen una completa guía de la época en materia de enfermedades y remedios. Cabe destacar la mención que hacen a las drogas como rawolfia y acónito. También en el Nuevo Mundo mucho antes de la llegada del colono europeo a América, sus habitantes poseían un profundo conocimiento del mundo vegetal como por ejemplo los indios americanos que conocían la coca, lima; los aztecas usaban cacao, vainilla, pimienta, tabaco; y los indios norteamericanos usaban para curaciones áloe, cáscara sagrada, jalapa, sauce y lobelia.

Grecia: es en el seno de la civilización griega, donde la secularización de la disciplina médica tiene su culmen, llevando a la ruptura entre misticismo y medicina, hasta entonces estrechamente ligadas, confiriendo autonomía a esta técnica. 

El primer tratado sistemático de botánica farmacéutica De Historia Plantarum, escrito por el griego Teofrasto (372-287 a. C.) filósofo peripatético sucesor de Aristóteles en la dirección de su escuela, fue muy difícil y casi incomprensible.
Otra figura griega protagonista de importancia excepcional en este campo, fue Hipócrates, fundador de la escuela de Cos (460-377 a. C.). Ese antiguo médico, clasificó por vez primera de manera sistemática 300 especies de plantas medicinales, incluyendo también recetas, métodos de empleo y dietas, influyendo mucho, de esa manera, sobre el mundo romano y el pensamiento de la edad Media. Entre sus obras más significativas, destaca el De medicina de Celso (18 d. C.). 

Ya en la era cristiana Dioscórides, un griego enrolado en el ejército romano y recorriendo los dominios del imperio, realiza su gran aportación (materia que proporciona la naturaleza) y posteriormente ampliada por los copistas con. 
En el s.XV d.C se traduce al latín como "De Materia Medica" de gran importancia pues contenía descritas más de 600 drogas. Solamente en época romana se comienza así a hablar de Farmacoterapia y Farmacognosia en el sentido moderno que damos al término.

Recordar también los 37 libros del Naturalis Historia de Plinio el Viejo (23-79), una obra enciclopédica fundamental para comprender los conocimientos farmacológicos de los antiguos; los estudios de Claudio Galeno (129-201), que catalogó los medicamentos en función del "calor" o "humor", según grados crecientes (Methodus medendi) además de preconizador de la polimedicación; y la obra de medicina en 70 libros del médico personal del emperador Giuliano l'Apostata, Oribasio (325-403), que trata de falsificaciones de las drogas.
Con el final del imperio romano, los conocimientos científicos médicos vendrán a ser conservados en los monasterios y desarrollados paralelamente en el mundo árabe, donde nace la alquimia, la predecesora de la química moderna, y en donde fue elaborado el primer ejemplo de farmacopea. Habiendo recogido el testigo la cultura árabe, realiza acopio de todo el saber hindú y hereda los saberes del mundo greco-romano para una vez más recopilar y ampliar el conocimiento sobre drogas vegetales introduciendo la nuez moscada, maná, tamarindo, alcanfor, cubeba etc. 

Destacan como máximos exponentes Averroes, Mesué el joven, Serapión el joven e Ibn al-Baitar que describe 1.400 drogas vegetales y su actividad farmacológica. Importante también, el trabajo de Isacco Giudeo (850-950 circa), el Libro de los alimentos y de los remedios simples, y el notoCanone de Avicenna (980-1037).

Mientras tanto se fue desarrollando una relación entre las instituciones religiosas, las casas de los peregrinos, los hospitales, etc., junto con los huertos botánicos cultivados por los monjes. Y se destaca Hildegarda von Bingen, canonizada además por la Iglesia Católica, una Rara Avis por ser mujer,videnre,  herbolaria, música y declarada asimismo Santa. 

En la Edad Media se desarrolla más el comercio de las especias y las drogas, y con ellas de las plantas medicinales, y, su difusión se ve incrementada. 
En el S XIII vemos nacer los primeros cultivos de las mismas, pero sólo entre el 400 y el 500 se inicia la verdadera ciencia botánica.

Con el descubrimiento de América, surgen nuevas rutas comerciales y aparecen nuevos materiales y drogas; se introducen el cacao, café, ipeca, quina etc. que impulsan la Materia Médica mientras que la imprenta se encarga de la rápida difusión de la obra de Dioscórides. Así, en las universidades también se difunden las primeras cátedras deLectura semplicium (botánica experimental).
El primer tentativo de nomenclatura botánica fue hecho por Leonhart Fuchs (1501-1566). 

En los mismos años, Paracelso (1493-1541) enfrenta estudios químicos concentrándose sobre los principios activos de las plantas. Sus seguidores empezarán después, aquella parte de la química que estudia los medicamentos. 
Magnol (1638-1715), será el que introduce en la clasificación botánica la idea de la familia: todo el reino vegetal, subdividido en 76 familias. 

Otros personajes importantes son Ruiz y Pavón, José Celestino Mutis, Lemery. Las ideas de Paracelso producen un vuelco en la terapéutica que se ve levemente compensada por la llegada de las drogas del Nuevo Mundo como la corteza de quina de empleo en la malaria o la hoja de digital en el tratamiento de la hidropesía. 

No obstante la tendencia al alza del uso del principio activo preconizado por Paracelso produce una desestimación de la utilidad de las drogas vegetales, actitud reforzada y potenciada por una serie de trabajos como los de Scheele que aísla ácidos orgánicos a partir de drogas vegetales. 

En 1806 Sertürner separa la morfina del opio. Progresivamente se dilucidan las estructuras químicas de los compuestos y continuamente se aíslan productos a partir de sus drogas y comienza un creciente estudio de las propiedades farmacológicas propugnado por Magendie y su discípulo Claude Bernard . 
El principio activo adquiere predominio sobre la droga, más aún cuando se empiezan a conocer los mecanismos de acción. 
Toda esta situación inicia un proceso en el que la Fitoterapia se ve relegada y desprovista del atributo de ciencia, pasando a ser considerada como medicina popular. 

Más descubrimientos hizo Carlos Linneo (1707-1778), que, partiendo del descubrimiento de los órganos genitales en las flores de Camerario (1665-1721), divide por géneros y especies adoptando una especial nomenclatura de dos nombres, que permite identificar cualquier especie de hierba.

Sin embargo aprovechando el filón de los avances científicos y tecnológicos comienza a restituirse en su lugar natural dentro del circuito sanitario que son la Farmacia y la Medicina.

Esta es solo un detalle de la evolució de la que hoy llamamos Medicina /Farmacopea Alopática. Faltaría agregar entonces que existe otra rama, que llamamos Medicina / Farmacopea Holística y que comprenden a su vez diversos enfoques como la Homeopatía, la Medicina Germánica, Ayurveda, China, Naturista, la Terapia Floral,etc.

Estas últimas surgen en diferentes momentos de la historia, por ejemplo la Ayurveda es milenaria, lo mismo que la Medicina China. 

En Occidente se siguió el camino de la búsqueda de los principios activos, llevado todo esto por el enfoque de la Ciencia Positivista, que es racional y desconoce la existencia de la energía como elemento sutil e invisible.  

A partir del S XIX el Dr. Hahnemann, alemán,  descubre la Homeopatía e inicia un nuevo camino dentro de la Medicina Occidental.  

El Dr. Edward Bach retoma, cien años después, sus conceptos, y desarrolla lo que hoy conocemos como Terapia Floral. Se apoyó también en Hipócrates, Paracelso, en la medicina celta y oriental en general, buscando ir más allá del plano físico, y de alguna manera, volviendo a los antiguos conocimientos que indicaban que había una relación entre cuerpo-mente-emociones y alma.

De manera que los invito a seguir aprendiendo este maravilloso mundo de la Fitoterapia, sin dejar nunca de lado que somos una unidad, y que los diversos síntomas y enfermedades tienen correspondencia con nuestro patrón de pensamiento, emociones, creencias, conductas y, en definitiva, como decía el Dr. Bach “la enfermedad es un conflicto entre el alma y la personalidad”.

En el Mes del Terapeuta Floral cabe recordarlo y comprender la maravillosa unión de todo.

Elsa B. Mirol Colella
Consultoría Psicológica, Astrológica y Floral
CTS-Centro de Terapias para la Salud
info@center-salud.com
www.center-salud.com
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