lunes, 21 de septiembre de 2015

ALGUNAS CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES SOBRE ENFERMEDAD Y CURACIÓN


 ALGUNAS CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES 
SOBRE ENFERMEDAD Y CURACIÓN
(fragmento)
(Homeopathic World, 1930)
 




 
 
Para entender la enfermedad, sus fines, su naturaleza y su curación debemos comprender en parte la razón de nuestro ser, y las leyes de nuestro Creador para con nosotros.
 
Es esencial darse cuenta de que el hombre tiene dos aspectos;  uno espiritual y uno físico, y que de los dos, el físico es infinitamente menos importante.
 
Con la guía de nuestro Yo espiritual, de nuestra vida inmortal, el hombre nace para adquirir conocimiento y experiencia y para perfeccionarse como ser físico.
 
El cuerpo físico solo, si no está en comunicón con lo espiritual, es una cáscara vacía, un corcho sobre las aguas, pero cuando existe una unión, la vida es un placer, una aventura de absorbente interés, un viaje que produce alegría, salud y conocimiento.
 
Empezamos nuestra evolución como niños recién nacidos, sin conocimientos y con todo el interés volcado sobre nosotros mismos.  Nuestros deseos se limitan a obtener comodidad, comida y calor. Luego, a medida que avanzamos llega el deseo de poder y por eso seguimos por un tiempo centrados sobre nosotros mismos, deseando solo nuestro propio beneficio y la realización de ambiciones materiales.
 
Luego llega el momento crucial;  el nacimiento del deseo de servir a los otros.  Y enseguida empieza la lucha, ya que en el curso de nuestra siguiente evolución debemos pasar del yo a la ausencia del yo, de la separación a la unidad, debemos alcanzar todo el conocimiento y la experiencia que el mundo pueda enseñarnos y transmutar todas las cualidades humanas en sus virtudes opuestas.
 
Sin embargo, aprendemos lentamente, una lección por vez.  Pero si hemos de ser buenos y estar felices, debemos aprender la lección especial que nos da nuestro Yo Espiritual.
 
No todos aprendemos la misma lección al mismo tiempo.  Mientras uno está dominado por el orgullo, otro se ocupa del miedo, un tercero del odio, y así en más, pero el factor esencial para la salud es que aprendemos la lección que a cada uno nos fue destinada.
 
La etapa de desarrollo en la que estemos, sea el origen ó una estación superior, no tiene importancia en lo que respecta a la salud.  Lo que importa es que, sea cual fuere nuestra condición, vivamos en armonía con los dictados de nuestra alma.  Que ganemos posiciones y riqueza, ó que vivamos la sacrificada vida de los mártires, la salud solo depende de la obediencia a ese mandato, y de que estemos de acuerdo con nuestro propio Yo Espiritual.
 
Nuestra alma nos pone en esta posición en la vida y nos hace el llamado -a ser lustrabotas ó monarca, príncipe ó mendigo- que mejor se adecue a nuestra evolución y por el cual podamos aprender con mayor facilidad la lección requerida;  solo será necesario hacer el trabajo particular que se nos haya asignado, sea cual fuere nuestra posición, y todo andará bien.
 
La enfermedad es el resultado de un conflicto que surge cuando la personalidad se niega a obedecer los dictados del alma, cuando hay disonancia, conflicto entre el Yo Espiritual ó Superior y la personaliddad inferior (que es como nosotros nos conocemos).
 
A ninguno de nosotros se nos dá más de lo que podemos realizar ni se nos pide más de lo que está a nuestro alcance.
 
La vida, entonces, se resuelve en el esfuerzo de transformar las cualidades inferiores del Yo en las virtudes superiores de la generosa unidad.  No con esfuerzos drásticos ó frenéticos, sino mediante una evolución lenta, gradual, que debería ser feliz.



Dr. Edward Bach
(Moseley, Inglaterra, 24-9-1886/Mount Vernon, Inglaterra, 27-11-1936)
Médico, bacteriólogo, homeópata
y creador del primer sistema floral





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