UNA
ENTREVISTA ASTROLOGICA A JUNG
He observado
en mis años de trayectoria dentro de lo holístico, que siempre se desarrolló en
la ciudad de Bs.As., una enorme tendencia a ubicar en primer y último lugar a
la psicología. "Ir a terapia" es desde hace mucho tiempo, casi una
obligación. Si uno tiene un problema, lo primero que escucha,es "y vas a
terapia?"·
Y si uno
"no va a terapia" es algo asi como un ignorante. Lo curioso de todo
esto es que muchas personas que "no van a terapia" practican
filosofías muy profundas como el budismo, la oración cristiana, la meditación,
técnicas diversas, yoga, artes marciales, ó hacen terapias de otro tipo, como
terapia floral, biodescodificación, bioenergética, etc.
Bs.As. es
una ciudad muy pero muy mental... por lo tanto, el paciente intenta que la terapia recurra a
la mente racional para "comprender" su malestar. Y está bien utilizar el lenguaje racional, sin embargo no deja de permanecer en un solo nivel.
Lo que
postuló S. Freud evidentemente no fue lo que propusieron C. Jung ni W. Reich,
de lo contrario no se hubieran distanciado. Esto queda claramente definido por
los hechos. Y cada uno de ellos, Jung en vida y Reich prácticamente después de
pasar a otro plano, tuvieron sus propios seguidores y estudiosos de sus
respectivas orientaciones.
En estos dos
últimos casos, y aunque los caminos hayan sido diferentes (uno trabajó con el
inconsciente colectivo y lo simbólico, el otro con los bloqueos emocionales a
nivel físico y el concepto de energía como algo que no vemos pero existe),
podrían muy bien haberse unido de alguna manera. Porque los caminos que
siguieron fueron "alternativos", rozando e investigando mundos que su
maestro, Freud, no consideró válidos ó porque no quiso ser excluido de la
comunidad médico-psiquiátrica.
Precisamente
tanto Jung como Reich se animaron a eso, y también con sus consecuencias. De
esta manera, la palabra de ambos puede resultar muy valiosa para quienes tengan
dudas acerca de lo que significan las llamadas "disciplinas
alternativas". Especialmente los habitantes de Bs.As.!!!
En otros
lugares, tanto en el Interior del país como en el Exterior, se ha avanzado, investigado y explorado, integrando diferntes disciplinas, y desde hace mucho tiempo, y es lamentable
que aquí no suceda porque genera atraso en el la evolución hacia la espiritualidad. Tanto Jung
como Reich desde sus respectivas investigaciones, se mostraron humildes frente a lo
Superior, frente a la obra de un Universo Superior.
Considero
que esto último se convierte entonces en un puente que une lo científico
cartesiano con el camino espiritual.
Y la
Astrología forma parte de esa indagación que lleva a hacerse preguntas
fundamentales, profundas, acerca de los significados, del karma personal y
colectivo, y a la vez de los asuntos de la propia personalidad.
La
diferencia reside en el acortamiento de los tiempos, porque rápidamente se
pueden detectar rasgos de la personalidad, y como la verdadera Astrología se
apoya en la evolución espiritual de la persona, no se detendrá en el trauma
padecido, sino más bien en el aprendizaje que esa circunstancia ha traído a la
vida de la persona.
Interesantísima
entrevista para seguidores y no seguidores de la Astrología !
Elsa B. Mirol
Astrología y Psicoterapia Floral
CTS-Centro de Terapias para la Salud
info@center-salud.com.ar
www.center-salud.com.ar
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Entrevista realizada a Carl Gustav Jung en 1954 por los astrólogos Jean Carteret y André Barbault, redactor jefe de la revista en que se publicó (L’Astrologie, nº 8, 40 Tr. 1969, París)
Maestro, ¿qué relación encuentra entre la Astrología y la Psicología?
Ha habido muchos casos de analogías chocantes entre la
constelación astrológica y el suceso psicológico, o entre el horóscopo y
la disposición caracterológica. Incluso existe la posibilidad de una
cierta predicción en cuanto al efecto psíquico de un tránsito, por
ejemplo. Se puede esperar, con un grado de probabilidad bastante alto,
que cierta situación psicológica bien definida venga acompañada por una
configuración astrológica análoga. La Astrología consiste en
configuraciones simbólicas, como el inconsciente colectivo del que se
ocupa la Psicología: los “planetas” son los Dioses, símbolos de las
potencias del inconsciente (en primera línea y más allá).
¿De qué modo: físico, causal, sincrónico…, piensa usted que pueden establecerse estas relaciones?
Me parece que en este caso se trata sobre todo de ese
paralelismo o simpatía que llamo sincronicidad: relación acausal que
expresa aquellos nexos que no se dejan formular por la causalidad, como
por ejemplo la precognición, la premonición, la psicokinesia (PK), y
también lo que se llama telepatía. Dado que la causalidad es una “verdad
estadística” hay excepciones de naturaleza acausal que pertenecen a la
categoría de los acontecimientos sincronísticos (y no sincrónicos).
Guardan relación con el “tiempo cualificado”.
¿Qué actitud mantiene usted ante
posiciones de los astrólogos que admiten la existencia de un terreno
psicológico desde el nacimiento, y de los psicoanalistas que explican la
etiología de las neurosis a partir de las primeras experiencias de la
vida?
Las primeras experiencias de la vida deben su efecto
específico(patógeno) a la influencia del medio por un lado y por otro a
la predisposición psíquica, es decir, a la herencia, que parece
expresarse de manera reconocible en el horóscopo. Este último parece
corresponder a un cierto momento del diálogo mutuo de los dioses (lo que
significa: de los arquetipos psíquicos).
La Astrología introduce en sus
principios la noción de un tiempo cualificado en el universo. ¿Reconoce
usted su papel en la psique individual (problema de los ciclos y de los
tránsitos)?
Esta es una noción de la que yo también me he servido
antes, pero la he reemplazado por la idea de sincronicidad, que es
análoga a la de simpatía o correspondencia, o a la de armonía
preestablecida de Leibnitz. El tiempo no es nada. Sólo es un modus
cogitandi del que nos servimos para expresar y formular el flujo de las
cosas y de los acontecimientos, lo mismo que el espacio no es más que un
modo de caracterizar la existencia de un cuerpo. Cuando no sucede nada
en el tiempo y no existe ningún cuerpo en el espacio, entonces no hay ni
tiempo ni espacio. El tiempo es siempre (y exclusivamente)
“cualificado” por los acontecimientos, como lo es el espacio por la
extensión de los cuerpos.
Pero esto es una tautología y no quiere decir nada,
mientras que la sincronicidad (no el “sincronismo”) expresa el
paralelismo y la analogía entre los sucesos, en tanto que no causales.
Por otra parte, el “tiempo cualificativo” es una hipótesis que se
esfuerza en explicar el paralelismo de ciertos acontecimientos en
términos de causa y efecto. Pero dado que el “tiempo cualificativo” es
una hipótesis que se esfuerza en explicar el paralelismo de ciertos
acontecimientos en términos de causa y efecto. Y dado que el tiempo
cualificativo no es más que el flujo de las cosas, y aparte de eso tan
“nada” como el espacio mismo, esta hipótesis no establece más que la
mera tautología.
La sincronicidad niega la causalidad como explicación de
la analogía entre los acontecimientos terrestres y las constelaciones
(salvo en lo que se refiere a la desviación de los protones solares y su
posible efecto en los acontecimientos terrestres), y particularmente la
niega en todos los casos de percepciones extrasensoriales (ESP), sobre
todo la precognición, ya que no resulta imaginable que se pueda observar
el efecto de una causa inexistente o que todavía no existe.
Lo que se puede establecer en Astrología es la analogía
de los sucesos, pero en modo alguno que una serie sea el efecto o la
causa de otra. (Por ejemplo, la misma constelación significa una vez una
catástrofe y, en el mismo caso, otra vez un reuma …) De todos modos el
caso de la astrología no es nada sencillo: existe esa desviación de los
protones solares, a causa de las conjunciones, oposiciones y aspectos de
cuadratura por una parte, y los trígonos y sextiles por otra con sus
influencias sobre la radio y sobre otras muchas cosas. No soy competente
para juzgar que importancia debe serle atribuida a esta posibilidad
causal. En todo caso, la posición de la Astrología entre los métodos
intuitivos es única y particular, y si existen razones, para dudar de
una teoría puramente causalista por una parte, también de la validez
exclusiva de la hipótesis sincronística, por otra.
¿Ha constatado usted, en el
transcurso de tratamientos analíticos, fases de resistencia y otras de
fácil resolución, en relación con tránsitos en el tema del paciente?
He observado muchos casos en los que una fase
psicológica bien definida, o un hecho análogo, ha estado acompañado por
un tránsito (sobre todo, aflicciones de Saturno y de Urano).
¿Qué críticas mayores hace usted a los astrólogos?
Si es que me atrevo a pronunciarme sobre un terreno que
sólo conozco muy superficialmente diré todo lo más que el astrólogo no
siempre considera sus indicaciones como puras posibilidades. La
interpretación es a veces demasiado literaria y poco simbólica, y
también demasiado personal. El zodiaco y los planetas no son rasgos
personales, sino más bien datos impersonales y objetivos. También pienso
que la interpretación de las casas debería considerar varios “niveles
de significación”.
¿En qué vía estima que sería deseable se orientase el pensamiento astrológico?
Es evidente que la astrología puede ofrecer mucho a la
Psicología, pero en qué puede esta última contribuir al avance de su
hermana mayor es menos evidente. Por lo que yo puedo juzgar me parece
que sería conveniente para la astrología que se diese cuenta de la
existencia de la Psicología, sobre todo de la que estudia la
personalidad y el inconsciente; estoy casi seguro de que se podría
aprender algo de su método de interpretación simbólica. Se trata de la
interpretación de los arquetipos (los Dioses) y de sus relaciones
mutuas, lo que es común a las dos artes. Es la psicología del
inconsciente la que se ocupa particularmente del simbolismo arquetípico.
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